"Viví la peor pesadilla"
Salir de las drogas es posible, dice Claudia Ivón, una joven que por 6 años consumió casi de todo para calmar su adicción. La ayuda llegó y pudo superarla
Claudia Ivón aún recuerda sus inicios en el mundo de las drogas. Durante seis años continuos consumió marihuana, pastillas sicotrópicas, cigarros, alcohol, resistol y finalmente "cristal", cuya droga la adentró a vivir un infierno en la Tierra.
La joven de 28 años de edad relata que antes de caer en las adicciones, era una mujer reservada, obediente y muy tímida; además, era una estudiante ejemplar con muy buenas calificaciones.
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Asegura que la comunicación con sus padres era excepcional, incluso era muy mimada.
Sin embargo, al conocer los estupefacientes cuando apenas tenía 18 años de edad, su comportamiento y su apariencia física fue cambiando. Su entrada al mundo de simulación fue la marihuana. Al principio fue en pequeñas dosis, hasta que aumentó la porción, llegando al punto de no poder tolerar un día son consumirla.
“Al tiempo conocí otra droga muy popular en mi barrio, el famoso 'cristal'. Lo descubrí porque enfrente de mi casa había un punto de venta. Los dealers me regalaban pequeñas muestras para que la probara, pero no las tomaba… hasta que un día la curiosidad me mató y la acepté”, expresó.
Asegura que durante varios años vivió atrapada en un nido de arañas, ya que por su adicción a las drogas se fue relacionando con personas que consumían cristal y otro tipo de drogas.
“Fueron seis años de mi vida que no conocí límites, por cierto, han sido la peor pesadilla en la Tierra, la cual me afectó mucho en mi plan de vida que tenía soñado. Pasé de ser una alumna ejemplar a perder los estudios y mi universidad que tanta me gustaba. Al dejar los estudios empecé a tener problemas familiares, los trabajos los abandonaba y empecé a andar en la calle buscando la droga”, compartió.
Mencionó que la adicción la llevó a dejar de amar. Dejó atrás sus sueños y metas. “Yo soñaba con ser criminóloga, estaba estudiando para eso, pero mi carrera quedó truncada por culta de las adicciones”.
La joven comenta que todo cambió al rehabilitarse en Narconon. Antes de su ingreso se la pasaba encerrada en el cuarto y aislada de todos. Consumía el cristal, escuchaba voces y tenía alucinaciones de cosas horribles.
“Recuerdo que una vez estaba en el espejo y una voz comenzó a hablarme que me cortara el cabello, cegada por la droga y mi falta de interpretación entre lo real e irreal, le hice caso y me lo corté hasta mis orejas. Cuando salí del cuarto mis padres ya estaban muy preocupados por mis arranques y mis actitudes,” abundó.
Actualmente Claudia Ivón se encuentra viviendo plenamente y feliz, libre de drogas, al lado de su pareja; además, retomó sus estudios en la carrera de criminología.