Vive del malabarismo
Haziel tiene la esperanza de sacar a su familia adelante con dedicación y esfuerzo
La esperanza y las ganas de salir adelante invaden a Haziel Sánchez, un joven con la fe de darle un mejor futuro a su pequeño hijo y a su esposa, y que por ellos no importa tener varios empleos.
Su gran lucha comenzó al salir de su natal Navojoa, donde trabajó como malabarista, para emprender su viaje en moto junto a su pequeña familia, a la capital sonorense, y aunque el viaje fue cansado y difícil, la fe fue lo que lo llevó a no darse por vencido.
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“Ya llevo como siete años viviendo del malabarismo y gracias al Señor me va bien, pero no tan bien como acá en Hermosillo, por eso nos vinimos mi esposa y mi bebé en la moto desde Navojoa, cuando salimos de allá nos quedamos en Obregón con un hermano, después agarramos hasta acá.
“Nos paramos en Guaymas y cuando nos cansamos también nos parábamos, aparte que dejábamos que descansara el bebé y gracias a Dios llegamos sanos y salvos, y ahora nos quedamos en la casa de unos familiares mientras encontramos algo propio para rentar”, contó.
Todas las mañanas sale Haziel, su esposa y su hijo a algún semáforo de Hermosillo para hacer sus malabares con cadenas de fuego, acto peligroso, pero bien hecho por los años de práctica.
“Yo hago malabares con las cadenas y les prendo fuego, y pues, le doy en el semáforo, también hacemos música, tocamos la guitarra en las taquerías y así, siempre andamos buscando qué hacer para salir adelante, más que nada por nuestro bebé.
“Mi esposa también sabe de malabares, pero por el momento ella cuida al bebé y yo hago los malabares, ya más adelante cuando tengamos un lugar de nosotros pues será otra cosa, confiamos en nuestro Señor Jesucristo que así será, que le daremos una mejor vida a nuestro niño”, manifestó.
Si pasa por Hermosillo y gusta ayudarlos, puede comunicarse al teléfono 6421146630, o bien, visitarlos en los cruceros de la ciudad, como el de Pino Suárez e Hidalgo, así como en Rosales y Luis Encinas, en Hermosillo.