Por: Eduardo Sánchez
Con gran éxito se llevó a cabo la Primera Expo Feria Artesanal Masiaca 2019, cuyo objetivo es contribuir a rescatar varias artesanías del sur de Sonora, que se han venido perdiendo debido a la desconexión generacional y a la migración.
Así lo informaron Carmen Alberto Díaz Alamea y Gabriela Corral Jocobi, coordinadores del evento que organizó la Comisión de Turismo de la Microrregión Masiaca, junto con el Instituto Tecnológico de Sonora (Itson), la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV), Gobierno del Estado y ayuntamientos de Navojoa y Huatabampo, con la finalidad también de que esta feria se convierta en una tradición.
Una gran cantidad de personas se dieron cita en la Plaza de Masiaca, donde se exhibieron 11 saberes artesanales, de los cuales varios estaban en proceso de desaparición debido, por ejemplo, a que muchas personas mayores no han transmitido sus conocimientos a las nuevas generaciones, lo que ha influido en un debilitamiento de este patrimonio cultural.
Díaz Alamea mencionó que artesanías que enfrentan esos problemas son la elaboración de canastas de fierro, ollas de barro y productos de ixtle.
Informó que recientemente llevaron a cabo un diagnóstico, comunidad por comunidad, en dicha comisaría, y se dieron cuenta del gran y valioso patrimonio que existe en la zona, pero también de las debilidades.
Masiaca representa una microrregión donde convergen 15 localidades con una gran riqueza competitiva en relación a otras zonas del Estado, resaltó Díaz Alamea, quien es también coordinador del Programa de Incubadora de Empresas del Instituto Tecnológico de Sonora (Itson).
Señaló que son alrededor de 90 personas las que desarrollan las actividades artesanales, entre las que destacan la talabartería, tallado de madera, bordado, el tejido tradicional, el tejido a base de lana de borrego, de colcha y caracol, cerda de caballo, ixtle y barro, entre otras.
Destacó que a través del Programa de Impulso al Turismo Rural se está buscando que las nuevas generaciones aprendan los conocimientos de sus ancestros, principalmente con el tipo de artesanías que están a punto de desaparecer.
Añadió que en algunos casos es necesario proveerlos de materia prima, como en el caso del ixtle, y para ello trabajan en un plan que permita continuar la tradición.
Mencionó el caso de las canastas de alambre, sólo 10 personas saben su elaboración, situación similar en el caso de las tejedoras de borrego, por lo que el objetivo es preservar ese conocimiento con creatividad y buscar crear modelos de negocio y una oportunidad para detonar y comercializar sus productos.