Con una velada que conjugó sensibilidad, técnica y pasión escénica, se celebró el concierto de clausura del Taller de Técnica Vocal y Masterclass dirigido por el maestro y doctor Carlos Conde.
El Museo Sonora en la Revolución fue el recinto que abrió sus puertas a una experiencia sonora que recorrió desde la música de Disney hasta la ópera y la zarzuela, con interpretaciones que mostraron el crecimiento artístico de cada participante.
La gala inició con emotivas piezas del repertorio musical contemporáneo. Motse Norzagaray interpretó "Cuándo empezaré a vivir", de la cinta "Enredados", mientras que Daniela Castillo y David Castañeda ofrecieron un delicado dueto con "Veo en ti la luz", de la misma producción.
El programa avanzó con clásicos del teatro musical como "Sola yo" y "Un día más", de "Los Miserables", esta última con dirección musical y escénica de las maestras Saraí Tirado y Nereyda Galindo, y un amplio reparto coral que transportó al público a las barricadas parisinas con fuerza y emotividad.
Romina Meza interpretó "Es más que amor" de "Jesucristo Súper Estrella", abriendo paso a un bloque operístico que elevó la atmósfera de la noche.
Estephania Domínguez, María Clara Ibarra, Martín Contreras, David López, Saraí Tirado y Daniel Ramírez dieron voz a arias de Mozart, Bellini, Mascagni y Ponce, cautivando al público con su dominio técnico y expresividad.
CORO, DUETOS Y ZARZUELA
Uno de los momentos más memorables fue la presentación de "Barcarolle", de "Los cuentos de Hoffmann", con las sopranos Mónica Ramírez y Maribel Encinas acompañadas por el Coro Armonía Sonora, que también participó en la interpretación de la alegre zarzuela "Como nací en la calle de la paloma".
La variedad vocal continuó con "Calla al labio" de "La Viuda Alegre", interpretada por Margarita Estrada y el barítono Ángel Espinoza, y con la opereta "El Murciélago", en la voz de Jocelyn Salas, Mónica Ramírez y Daniel Ramírez.
El cierre del concierto fue tan apoteósico como conmovedor: la célebre "Libiamo, ne' lieti calici" de "La Traviata" reunió a Camila Estrada, Margarita Estrada, Daniel Ramírez y David López en una interpretación vibrante, dirigida escénica y musicalmente por la maestra Margarita Estrada.
La gran gala representó una celebración del arte vocal como vía de expresión, aprendizaje y encuentro. La diversidad de repertorio, el cuidado en la dirección escénica y la entrega de cada voz hicieron de esta noche un recordatorio del poder transformador de la música.
