Cae a un pozo…y se salva
Bomberos rescatan a un joven de Etchojoa; “fue un milagro”, dice el comandante
Desesperado y débil tras estar más de seis horas en el fondo de un pozo de 35 metros, donde cayó mientras buscaba a una chiva, un joven del Campo 13, del Municipio de Etchojoa, fue rescatado por elementos del Cuerpo de Bomberos.
“Fue un milagro, gracias a Dios”, dijo el comandante Reynaldo Amarillas Meza, al terminar las labores de rescate.
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Y es que el joven, identificado como Miguel Ángel “N”, de 16 años de edad, cuando estaba a punto de perder el conocimiento, escuchó los chasquidos de un caballo, por lo que comenzó a gritar.
El que iba pasando por el lugar era precisamente su padre, quien es velador de una milpa y que rápido pidió auxilio al escuchar a su hijo angustiado.
Al lugar acudieron los bomberos, quienes, después de una ardua labor que duró 40 minutos, lograron sacarlo, para lo cual utilizaron varias piolas.
Amarillas Meza reconoció que fue un rescate muy difícil debido a la pérdida de fuerzas del joven, quien “ya no podía los brazos después de tanto manotear al intentar subir”.
“Afortunadamente y con la ayuda de elementos de Seguridad Pública y otras personas, lo sacamos con vida. Estaba muy bajo de oxigenación, no sabía cómo se llamaba, ni qué día era, estaba deshidratado y completamente picado de moscos”, agregó.
El comandante señaló que fue un milagro también porque el pozo, que está a unos diez metros al margen de la carretera Bacobampo-San Pedro, está abandonado y escondido entre los matorrales.
“Los carros pasan volando, por lo que jamás uno se da cuenta que hay un pozo allí o que se pueda escuchar a alguien”, añadió.
Finalmente, Reynaldo Amarillas expresó su satisfacción y orgullo por salvar a una persona, a la que “Dios le dio una oportunidad de vida”.
“Doy gracias a los bomberos de Etchojoa porque sin ellos no hubiera salido; que a nadie le pase lo que me pasó; fue algo muy feo”, expresó Miguel Ángel “N”.
