A pocos días de que entren en vigor los aranceles del 30% anunciados por Donald Trump a todos los productos mexicanos, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que su gobierno mantiene abiertas las vías diplomáticas y técnicas para llegar a un acuerdo que evite un impacto económico negativo para el país.
Durante una conferencia de este jueves 24 de julio, Sheinbaum no descartó la posibilidad de tener una conversación directa con Trump si las negociaciones actuales no logran avances significativos en los próximos días.
"Vamos a esperar esta semana y principios de la próxima, y si es necesario haríamos la llamada, pero confiamos en que podríamos llegar a un buen acuerdo", expresó la mandataria.
PROPUESTAS CONCRETAS Y TRABAJO DIPLOMÁTICO
La presidenta explicó que ya se han presentado propuestas formales al equipo del presidente estadounidense como parte de una estrategia para ofrecer alternativas que reduzcan el déficit comercial entre ambos países, sin recurrir a medidas que afecten negativamente la economía mexicana ni la dinámica del comercio regional.
"Se puede disminuir el déficit comercial a partir de distintos mecanismos que no afecten a la economía de México. Entonces hemos estado haciendo una serie de propuestas y ya las presentamos aquí, pues esperando que lleguemos a un acuerdo", detalló Sheinbaum.
Actualmente, un grupo de funcionarios del gobierno mexicano se encuentra en Washington D.C., en coordinación con las secretarías de Economía y de Hacienda, para sostener reuniones técnicas con sus contrapartes estadounidenses. El objetivo es encontrar salidas diplomáticas y comerciales que permitan mantener la estabilidad económica bilateral.
COMERCIO, T-MEC Y EL NEARSHORING
Sheinbaum subrayó que México ha reestructurado gran parte de su economía en torno al comercio exterior desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y más recientemente con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
A esto se suma la tendencia del nearshoring, es decir, el traslado de operaciones de empresas asiáticas a México para acercarse al mercado norteamericano.
"El presidente Trump y su administración, pues no quieren que siga aumentando esta diferencia entre lo que exporta Estados Unidos a México y lo que importa exporta México a Estados Unidos, que hay que aclarar que son principalmente de empresas estadounidenses, pero pueden generarse esquemas que permitan que, aun cuando se siga exportando, pues haya más comercio entre México y Estados Unidos", puntualizó.
La mandataria enfatizó que muchas de las exportaciones mexicanas a EE.UU. provienen de plantas y empresas con capital estadounidense, por lo que las cifras del déficit comercial deben ser analizadas con mayor profundidad y no utilizarse como argumento simplista para imponer barreras arancelarias.
CARTA DE TRUMP A SHEINBAUM
El contexto de este nuevo roce comercial se intensificó tras una carta enviada por Donald Trump a la presidenta Sheinbaum, en la que argumenta que México "todavía no ha detenido a los cárteles que están tratando de convertir a toda América del Norte en un patio de recreo del narcotráfico".
Según el mandatario estadounidense, la imposición de aranceles se justifica por la "incapacidad del gobierno mexicano" para frenar el tráfico de fentanilo y el crimen organizado. Sheinbaum, sin embargo, reiteró su apuesta por el diálogo, la cooperación y la diplomacia.
Aunque no descarta una llamada directa con el presidente Trump si las negociaciones técnicas no logran resolver el conflicto, mantiene su confianza en que se llegará a una solución antes del 1 de agosto, fecha establecida para que los aranceles entren en vigor.
Por ahora, la relación bilateral atraviesa una etapa de tensión, y los próximos días serán determinantes. La respuesta del gobierno de Estados Unidos a las propuestas mexicanas marcará el rumbo de las decisiones a tomar y definirá si se evitará o no una guerra comercial con consecuencias profundas para ambos países.