Por: Eduardo Sánchez
Descubrió que los aerosoles dañaban la capa de ozono; el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a él como defensor del medio ambiente
Víctima de un infarto, este martes el investigador Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química, falleció a los 77 años de edad, informó en redes la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El también doctor nació en la Ciudad de México en 1943 y egresó de la máxima casa de estudios del país en 1965, pero desde pequeño se inclinó por la química, cuando construyó su primer laboratorio en casa.
Mario Molina cursó postrados en 1967, en la Universidad de Friburgo y en 1972 se doctoró en fisicoquímica de la Universidad de California.
En 1995 recibió el Premio Nobel de Química por su trabajo conjunto con F.S. Rowland en 1974, por su artículo que predecía el adelgazamiento de la capa de ozono a causa de los gases industriales, conocidos como clorofluorocarburos.
La noticia de su fallecimiento corrió como reguero de pólvora, y conmocionó a intelectuales, políticos, académicos y organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes lamentaron su deceso.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador publicó en su cuenta oficial de Twitter y publicó:
"Lamento el fallecimiento del doctor Mario Molina Pasquel y Henríquez, destacadísimo científico mexicano, defensor del medio ambiente y Premio Nobel de Química. Mi abrazo a familiares y amigos".
Como dijo Barack Obama, presidente de Estados Unidos, cuando le entregaba la Medalla de la Libertad, Mario Molina es "uno de los más respetados químicos de nuestra era".
Con la presea se reconoce a "hombres y mujeres que con sus vidas extraordinarias nos recuerdan la belleza del espíritu humano", puntualizó Obama.