Le otorgan el perdón tras matar a su esposo en defensa propia
Alejandra Arriaga estuvo siete años presa por el homicidio a su pareja, fue condenada a 40 años, pero obtuvo la amnistía y hoy está libre
Alejandra Arriaga Romero pasó siete años de su vida recluida en el penal Santiaguito de Almoloya de Juárez, acusada del asesinato de su esposo, un militar retirado, a quien mató en defensa propia; hoy se le concedió la amnistía y quedó en libertad.
Alejandra fue sentenciada a 40 años de cárcel por el homicidio de su pareja, al defenderse de una golpiza y una violación.
En mayo de 2015, ella misma se presentó ante la Agencia del Ministerio Público a declarar cómo sucedieron los hechos, ya que todos los días ella y sus hijos vivían violencia por parte de su esposo, quien constantemente los maltrataba tanto física como psicológicamente; además la agredía sexualmente y la humillaba por ser mujer.
De acuerdo con el expediente, Alejandra, de 44 años, fue atacada por José “N”, quien con cuchillo en mano la amenazó de muerte, por lo que ella, en un acto de defensa sacó del buró una vieja pistola que supuestamente no funcionaba, pero nunca la accionó. Aterrorizada vio cómo el exmilitar se acercaba hacia ella para agredirla y le aventó con el arma, que cayó al suelo, se disparó y lo privó de la vida.
Alejandra relató que horas antes el hombre trató de forzarla a tener relaciones sexuales bajo el argumento que esa era su obligación por ser su esposa; ella se resistió por andar en su periodo menstrual, pero, el agresor, quien se encontraba semidesnudo, la ofendió y maltrató tanto, que ella tuvo que mostrarle el sangrado para confirmarle que decía la verdad.
La mujer relató que durante 14 años ella y sus hijos vivieron una vida de maltratos y agresiones, golpes y vejaciones, incluso, su familia se alejó de ella porque el exmilitar era muy agresivo y le tenían miedo, ya que su casa estaba llena de armas, mismas que fueron localizadas por la Policía durante el cateo el día de los hechos.
La madre de Alejandra contó que su yerno colocaba almohadas en la cara de su hija para asfixiarla, por lo que los niños se escondían para no ser lastimados.
Fue hasta que la Comisión de Derechos Humanos promovió la amnistía para Alejandra, tras considerar que las autoridades violaron sus derechos humanos, primero el Ministerio Público, pues la propia Alejandra llamó al ver que no llegaba la ambulancia y quien en reiteradas ocasiones solicitó la ayuda de las patrullas que hacían rondines, para pedir ayuda para ella y sus hijos.
Además, consideraron que la autoridad judicial violó sus derechos pues nunca se investigó el hecho con los protocolos de homicidio y tampoco fueron consideradas sus denuncias sobre el maltrato que sufrían ella y sus hijos.
“Este es un momento muy importante para mí, ya que es una segunda oportunidad en mi vida. Estoy muy feliz y doy gracias a Dios que les dio fuerza a mis padres para luchar por mi libertad. Gracias a todas las personas que estuvieron atrás de mi caso”, dijo Alejandra abrazada de sus hijos con una enorme sonrisa, luego de ser notificada que quedaba en libertad.