La fría confesión de “El Monstruo de Chiclayo”; exigen castración
El hombre secuestró y abusó de una niña de 3 años; sin el menor remordimiento confesó su crimen, por lo que el pueblo de Perú pide que sea castrado
Juan Antonio Enríquez García, de 48 años, apodado por la prensa como “El Monstruo de Chiclayo”, confesó el atroz crimen que cometió contra la menor Dámaris, de 3 años, a quien secuestró y violó, en la ciudad de Chiclayo, Perú.
El pasado 16 abril el hombre fue detenido gracias a que las cámaras de seguridad captaron el momento cuando privó de la libertad a la menor y por la fuerza la metió a su automóvil.
Al ser cuestionado sobre el paradero de la niña, el sujeto confesó que la tenía en su casa, ubicada en la manzana F, lote 19, urbanización Santuario, en esa misma ciudad, por lo que agentes de Policía se dirigieron al domicilio, donde encontraron a la niña en una de las recámaras, maniatada con cinta.
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Posteriormente, la pequeña fue trasladada a un hospital, donde confirmaron que había sido abusada sexualmente.
“El Monstruo de Chiclayo” confesó su atroz crimen, y sin el menor asomo de remordimiento contó que esa noche andaba borracho y al ver a la niña jugando afuera de su casa la secuestró con la finalidad de violarla.
Juan Antonio aseguró que no tiene ninguna relación con la víctima ni con su familia, pues la conoció esa noche, cuando al verla en la calle decidió llevársela para saciar sus bajos instintos, añadió, además, que mientras abusaba de ella la grabó con su celular.
"La niña que se ve en los videos es a quien secuestré en mi carro y la llevé hasta mi dormitorio y es ahí, donde en el acto sexual la filmé con mi celular”.
“El Monstruo” señaló que para evitar que la niña escapara la amarró de pies y manos con cinta de embalaje, pensando que más tarde la abandonaría en alguna calle o lugar alejado.
La comunidad peruana se unió para exigir justicia para la pequeña Dámaris, por lo que piden que el hombre sea sometido a castración química o cadena perpetua. Sin embargo, hasta el momento el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria ordenó nueve meses de prisión preventiva.
Las protestas de los enardecidos ciudadanos no se hicieron esperar, incluso algunos fueron a quemar la casa del pedófilo.