La decisión del indígena aymará cerró casi tres semanas de crisis postelectoral, que inició con el conteo de los votos depositados en la jornada del pasado 20 de octubre, un proceso que la madrugada de este domingo la OEA dijo que mostraba irregularidades y recomendó repetirlo.
Tras el dictamen de la comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), comenzó la presión sobre el titular del ejecutivo y su gabinete, con ataques a sus casas y familias, lo que generó una ola de renuncias de funcionarios que culminó con la de Morales y García.
El antiguo dirigente cocalero queda como el mandatario de izquierda en Sudamérica con más tiempo en el poder hasta ahora, tras su llegada al poder el 22 de enero de 2006.