
Al recordar los momentos familiares y enseñanzas, comentó que el mar era el espacio de la convivencia, era lo que compartía con su padre;
"es el espacio común de mis hermanos. La comida es otro espacio muy Clouthier, el gozar la vida, el darle valor a las cosas que valen la pena y no dárselo a lo que no vale la pena"."Me enseñaron a ser libre, a hacer que las cosas sucedan y a mandar a la chingada al que no, y eso es lo que hago todos los días", confesó en entrevista la también excoordinadora de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, evocó los momentos en que acompañó a su padre en la campaña por la gubernatura en Sinaloa, en 1986, en la que ella y sus hermanas doblaban folletos, boteaban para pedir apoyo, organizaban reuniones y
"nos mandaba a tocar puertas y a avisarle a la gente que íbamos a tener una reunión".Un apellido, reconoció, puede convertirse en una pesada loza o "en una bendición". No hay un solo pueblo importante en México donde no se conozca el apellido Clouthier.