El edificio "Cruz Gálvez": A más de un siglo de construcción sigue de pie, una obra del pueblo sonorense

En 1916, afloraron diversas carencias materiales, entre ellas la necesidad de tener un edificio propio y adecuado para sus fines pedagógicos

Por: Ricardo Aragón Pérez

El 27 de octubre de 1917, un periódico local destacó "el reconocido altruismo" de la gente de Cananea, que reaccionó con donativos en efectivo al llamado del alcalde Merino Urrea, quien tomó muy a pecho el llamado del gobernador Plutarco Elías Calles, para que el pueblo sonorense cooperara con su óbolo, a fin de construir un edificio moderno, holgado y seguro para la Escuela "Cruz Gálvez". Poco después de la recepción de donativos, el secretario municipal remitió al Gobierno estatal el primer envío con valor de 958 pesos, recabados entre los vecinos y empleados municipales, incluyendo los profesores que donaron un día de sueldo.

Algo parecido sucedió en Magdalena, donde el alcalde organizó varias actividades: vendimias, rifas y colectas, obteniendo un ingreso de 2000 pesos, gracias a que la gente del lugar se volcó a apoyar tales iniciativas, cuyo monto remitieron al Gobierno. Por su parte, empleados municipales y vecindario del pueblo de Sáric aportaron su óbolo, destacando entre ellos un grupo de señoritas del mismo pueblo, quienes "participan con gran entusiasmo en la recaudación de donativos para la construcción del edificio Cruz Gálvez".

En la Comisaría de Empalme hubo varios días de kermes, con buenas ventas, entre ellas varias cajas de cerveza, pese a que estaba prohibía su expendio, pero dada la noble finalidad y el afán de llevar a buen término el proyecto de construir el edificio escolar referido, prácticamente todo era permitido. En otros lugares, hubo rifas de objetos, obras teatrales y funciones de cine, como las que planearon los miembros de la Junta de Mejoras Materiales de Ures, a fines de 1917. 

Cabe recordar que, poco después de que la Escuela "Cruz Gálvez" inició sus actividades en un local improvisado, insuficiente y falto de seguridad e higiene, en 1916, afloraron diversas carencias materiales, entre ellas la necesidad de tener un edificio propio y adecuado para sus fines pedagógicos. Entonces el gobernador Plutarco Elías Calles se echó a cuesta el proyecto de construir un edificio de ladrillo y cemento, de un solo piso, con departamentos para el estudio, talleres e internado, capaz de albergar a 1000 alumnos de ambos géneros, cuyo costo de construcción andaba como en 50, 000 pesos, pero como su Gobierno carecía de solvencia presupuestaria, solicitó al pueblo sonorense su cooperación pecuniaria.

La respuesta no se hizo esperar. En todas partes del Estado y en todos los sectores sociales hubo reacciones notablemente positivas, expresadas por la vía de los hechos en la realización de romerías, jamaica, kermes, colectas y hasta cobros de gravámenes especiales, entre otras actividades recaudatorias, con resultados más favorables que los esperados, como sucedió en las comunidades de Nacozari de García y Pilares de García, cuyos autoridades locales formaron, con ayuda de la gente de la localidad, un fondo nada despreciable, con valor de poco más de 1,423 dólares, que enviaron al Gobierno estatal, por conducto de su Tesorería general, instancia encargada de cuidar los donativos, cuyas entradas fueron certificadas por el titular y tesorero de la dependencia indicada, el 27 de noviembre de 1918.

El llamado a cooperar con el Gobierno del Estado hizo eco prácticamente en todos los municipios, cuyos alcaldes y cabildos pusieron manos a la obra y sin regateos se pusieron de acuerdo para poner cada uno su propio granito de arena. En Guaymas, por ejemplo, el Ayuntamiento llevó a cabo una colecta de donativos en efectivo, para lo cual distribuyó varias alcancías entre los negocios porteños y otras dependencias privadas y oficiales, dando como resultado un monto de 52 pesos "oro nacional", que luego remitió a la Tesorería general del Estado.

Adicionalmente, el mismo alcalde porteño puso a disposición de la instancia de Gobierno otro donativo con valor de 205 pesos "oro nacional", cantidad obtenida mediante la imposición de un gravamen especial, que consistía en cobrar un impuesto "por permisos de disfraces durante los días de carnaval", cuyo producto estaba destinado exclusivamente para "la misma benéfica institución".

Por si eso no era suficiente, el alcalde tenía en mente otros proyectos para ayudar al gobernador en sus planes de mejoramiento material de la "Cruz Gálvez". Según palabras suyas, entre los días 5 y 6 de mayo llevaría a cabo en el puerto varias actividades de romerías, cuyos recursos obtenidos se repartirían en partes iguales entre la Escuela "Cruz Gálvez" y el Hospital Municipal de Guaymas.

Se trataba, sin lugar a duda, de un funcionario municipal de ideas progresistas y una actitud a todas luces optimista, que veía con buenos ojos las iniciativas y obras de interés público, más cuando éstas prometían mejorar la calidad de los servicios de salud y educación pública. De todo eso, el gobernador Plutarco Elías Calle tenía conocimiento, dada la correspondencia personal que sostenía con el munícipe porteño, amigo y coterráneo suyo, dicho sea de paso.

En marzo de 1918, el mismo alcalde escribió una carta al gobernador, en la que le informa de los envíos de donativos en efectivo y de los modos de recaudación, así como de otras actividades que tenía en puerta para hacerse de recursos, cuyos ingresos destinaría para el proyecto de construcción del edificio "Cruz Gálvez" y para el mejoramiento del Hospital Municipal de Guaymas, como consta en la carta referida, que a la letra dice lo que sigue:

Sr. General Plutarco Elías Calles,

Gobernador del Estado

Hermosillo, Son.

Mi estimado señor y amigo:

Cumpliendo mi ofrecimiento hecho a usted de reunir algunos pequeños donativos en una cajita de la "Cruz Gálvez", hoy tengo el gusto de remitir a usted por conducto de la Tesorería Municipal la cantidad de $52.00 oro nacional, recogidos de la citada alcancía.

Igualmente, y por igual conducto, remito $205.00 oro nacional, dedicado a la misma benéfica institución, cantidad colectada por permisos de disfraces durante los días de carnaval.

Como las kermeses de febrero nos dieron cerca de mil pesos, que se dedicaron a reparaciones de los edificios municipales para las escuelas, hemos podido terminar los trabajos, dejando los locales muy elegantes y cómodos. Ojalá que pudiera verlos.

Ahora tengo en proyecto otras jamaicas para 5 y 6 de mayo, cuyos productos dedicaremos por iguales partes a la Escuela "Cruz Gálvez" y Hospital Municipal de este puerto.

Probablemente nos veremos antes de finar este mes y tendré el gusto de tratarle verbalmente algunos asuntitos de interés.

Me repito con el gusto de siempre su afmo. amigo, S.S. y subordinado.

Guaymas, Sonora, marzo 9 de 1918 (rúbrica)

Finalmente, queda claro que el llamado del gobernador Plutarco Elías Calles al pueblo sonorense y a todos los funcionarios de los distintos órdenes de Gobierno, para cooperar con su óbolo en la formación de un fondo especial para la construcción del edificio "Cruz Gálvez", tuvo una respuesta positiva y oportuna. Los munícipes, cabildos, comisarios, juntas de mejoras materiales, gente común y personajes notables cerraron filas con el gobernador y se echaron a cuesta diversas actividades para sacar fondos y ponerlos a disposición de su proyecto de construcción, tal como lo hizo don Emilio Kosterlitzky, un militar de alto grado, a quién participaba en colectas de donativos, concentraba las alcancías y remitía al Gobierno las cantidades respectivas, lo que facilitó la construcción del edificio "Cruz Gálvez", majestuoso inmueble que, a poco más de un siglo de su inauguración, todavía sigue de pie, para orgullo del pueblo sonorense.

ricardoaragon60@gmail.com

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