Robert Francis Prevost, de 69 años, con una vasta trayectoria eclesiástica, ha sido elegido como el nuevo Papa de la Iglesia Católica. Tras la muerte del Papa Francisco, Prevost asumirá el cargo de máximo líder espiritual de los católicos, tomando el nombre de León XIV.
Esta histórica elección marca un hecho significativo, ya que Prevost se convierte en el primer Pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia Católica.

UNA VIDA DEDICADA A LA MISIÓN Y AL SERVICIO PASTORAL
Robert Francis Prevost nació en Chicago en 1955 y, a lo largo de su vida, ha mantenido una profunda conexión con la Iglesia y las misiones. A finales de los años 80, Prevost vivió en Perú, donde comandó la misión de Chulucanas y más tarde fue enviado a la ciudad de Trujillo, donde desarrolló una destacada labor pastoral hasta 1999.
Su tiempo en Perú no solo marcó su carrera como misionero, sino que también profundizó su vocación en la formación de comunidades y la promoción de la justicia social.

A pesar de su paso por América Latina, Prevost nunca olvidó sus raíces estadounidenses. En 1999, regresó a Chicago, su ciudad natal, y en 2015, adoptó la nacionalidad peruana, reflejando su fuerte vínculo con la región y sus poblaciones más necesitadas.
Su vida y trabajo en Perú dejaron una huella profunda, y su nombramiento como Arzobispo Emérito de Chiclayo consolidó su reputación como líder de la Iglesia en América Latina.
UNA CARRERA EN EL VATICANO Y SU NOMBRAMIENTO COMO CARDENAL
Prevost fue nombrado Cardenal por el Papa Francisco en septiembre de 2023, un reconocimiento a su destacada labor en la Iglesia. Hasta la muerte de Francisco, Prevost se desempeñaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos, organismo responsable de asesorar al Papa sobre los nombramientos de obispos y cardenales en todo el mundo. Este cargo le permitió consolidar su influencia dentro del Vaticano y demostrar su habilidad para manejar asuntos delicados dentro de la estructura eclesiástica.
Además, Prevost fue presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, donde continuó su trabajo pastoral en favor de la región, promoviendo una Iglesia más inclusiva y comprometida con las periferias y los sectores más vulnerables de la sociedad.
Su enfoque moderado y su cercanía con las comunidades fueron cualidades que lo convirtieron en una figura clave dentro del Vaticano, y uno de los cardenales más cercanos al Papa Francisco.
Aunque la vida personal de Robert Prevost no ha sido ampliamente divulgada, se sabe que es un hombre afable, de carácter moderado y profundamente comprometido con su misión. Su enfoque pastoral ha sido siempre cercano a las comunidades, y su habilidad para formar nuevos sacerdotes y guiar a las diócesis lo ha hecho un referente en la formación eclesiástica.
