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Habilidades duras y blandas


Conforme pasa el tiempo, la vida nos va enseñando o nos va guiando, si es que estamos atentos, hacia donde dirigir nuestros pasos, nuestro esfuerzo y nuestra inteligencia para poder enfrentar los retos que el día a día nos presenta. En otras palabras, la razón, la reflexión y el entendimiento nos dictan que ante los cambios que se están dando en el mundo actualmente, independientemente de la transformación o la “nueva normalidad” que la pandemia nos exige, radica la importancia de echar mano de otras habilidades que tenemos y/o que habremos de desarrollar para tener una mejor calidad de vida.

Conforme pasa el tiempo, la vida nos va enseñando o nos va guiando, si es que estamos atentos, hacia donde dirigir nuestros pasos, nuestro esfuerzo y nuestra inteligencia para poder enfrentar los retos que el día a día nos presenta. En otras palabras, la razón, la reflexión y el entendimiento nos dictan que ante los cambios que se están dando en el mundo actualmente, independientemente de la transformación o la “nueva normalidad” que la pandemia nos exige, radica la importancia de echar mano de otras habilidades que tenemos y/o que habremos de desarrollar para tener una mejor calidad de vida.


Y, sobre este tema, precisamente, es de lo que trata las Alegorías de hoy: de las “habilidades blandas”, esas herramientas a veces impalpables pero imprescindibles para un desempeño integral exitoso del individuo. Las técnicas de las que hablamos son interpersonales, como lo es el trabajo en equipo, lo que facilitará toda actividad. La comunicación, pero comunicación en serio y de manera “vertical y “horizontal”, es decir entre los diferentes niveles de la empresa, de la familia y de la sociedad, y no en una sola dirección.

Otra habilidad blanda es el liderazgo, este se debe de fomentar constantemente, empezando por la cabeza de la empresa o la familia. Ya no hay espacio para individuos que dudan en tomar decisiones o de expresar emociones.

La flexibilidad se hace imprescindible; deberemos de ser capaces de adaptarnos con facilidad a los cambios que las circunstancias nos presentan o para acomodar las normas a las distintas situaciones o necesidades que vivimos.

La paciencia, es otra habilidad que día a día cobra mayor valor y que es necesaria para templar el carácter. Los impacientes estarán cada vez más al borde del abismo y cada vez más lejos de la satisfacción.

También, lo es la capacidad de persuasión que se hace cada vez más necesaria. Debemos aprender a convencer a una persona mediante razones o argumentos para que piense de una determinada manera o haga cierta cosa. Se oye cruel y despiadado, pero estamos pensando que estas habilidades las usaremos con responsabilidad ética.

Ahora, la gestión del tiempo, o la sabia administración del tiempo son vitales; se trata de cumplir con nuestras responsabilidades, ser productivos y guardar un poco para el entretenimiento y convivencia social.

Por último, la motivación, esa chispa que no debe faltar para animarnos a hacer las cosas. También, como habilidades blandas podemos anotar la empatía, la resiliencia y la solidaridad, herramienta todas estas que, si las utilizamos en nuestra vida diaria, podremos acercarnos cada día más al éxito y todo lo que esto implica.