La Ley 73, es un beneficio que está disponible para quienes comenzaron a cotizar ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) antes del 1 de julio de 1997, y forma parte de un régimen de pensión que sigue vigente para millones de trabajadores en México.
Antes de iniciar cualquier trámite de retiro, es esencial conocer bajo qué régimen se está registrado, ya que tanto la Ley 73 como la Ley 97 establecen requisitos distintos.
¿A QUÉ EDAD PUEDES JUBILARTE CON EL 80% DE PENSIÓN?
La Ley 73 permite el retiro por Cesantía a partir de los 60 años y por Vejez desde los 65 años, siempre que se haya alcanzado el mínimo de 500 semanas cotizadas (aproximadamente 10 años de trabajo formal).
Pero si se decide pensionar a los 63 años, se recibirá el 80 por ciento del monto total de la pensión. Esta proporción se calcula con base en una tabla establecida por la Ley del Seguro Social, en la que mientras más joven seas al jubilarse, menor será el porcentaje de pensión que se recibirá.
Para saber si estas en la Ley 73, solo se necesita verificar la fecha de alta ante el IMSS. Si fue antes del 1 de julio de 1997, estás bajo el régimen de Ley 73. Se puede confirmar esta información consultando el estado de cuenta AFORE o solicitando una Constancia de Vigencia de Derechos ante el IMSS.
¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS PARA PENSIONARSE?
Para acceder a la pensión bajo la Ley 73, se debe cumplir con:
- 500 semanas cotizadas como mínimo ante el IMSS.
- Estar dentro del periodo de conservación de derechos, que corresponde a una cuarta parte del tiempo que se haya cotizado.
- Estar privado de trabajo al momento de la solicitud.
- Tener un promedio salarial de las últimas 250 semanas cotizadas, es decir, los últimos 5 años.
De igual manera, se necesitan los siguientes documentos:
- Identificación oficial vigente.
- Estado de cuenta de tu AFORE.
- Estado de cuenta bancario con CLABE.
- Resolución de pensión emitida por el IMSS.
Conocer a detalle el régimen de pensión, las semanas cotizadas y los pasos para realizar el trámite puede marcar la diferencia entre un retiro lleno de incertidumbre o uno con estabilidad financiera.