¿Qué fue del "Púas" Olivares, legendario boxeador mexicano que vendía sus cinturones en La Lagunilla?

Detrás de la gloria se gestaba una tragedia, ya que los excesos, las malas inversiones y la falta de disciplina fueron drenando su fortuna

¿Qué fue del Púas Olivares, legendario boxeador mexicano que vendía sus cinturones en La Lagunilla?

En el mundo del boxeodurante las décadas de los 70 y 80, Rubén el "Púas" Olivares era sinónimo de orgullo nacional con 105 peleas, 89 victorias y 75 nocauts, lo que lo convirtió en el campeón mundial de boxeo en las categorías superpluma, pluma, gallo y supergallo, logrando que su nombre resonara en todo México.

EL ASCENSO Y CAÍDA DEL "PÚAS"

Su carisma y talento lo llevaron incluso al cine, participando en películas como La Pulquería y Las Glorias del Gran Púas.

Sin embargo, detrás de la gloria se gestaba una tragedia, ya que los excesos, las malas inversiones y la falta de disciplina fueron drenando su fortuna, estimada en más de dos millones de dólares.

Y aunque se dice que era sacado de cantinas para pelear, y aun así ganaba, el tiempo y las malas decisiones cobraron factura.

¿QUÉ HA SIDO DEL "PÚAS" OLIVARES?

Hoy, a sus 77 años, el "Púas" ha regresado a sus raíces como artesano en el mercado de La Lagunilla, en la Ciudad de México. Allí, vende recuerdos de su época dorada: fotografías, figuras talladas por él mismo y hasta su cinturón de campeón del Consejo Mundial de Boxeo, por el que pide un millón de dólares. 

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También ofrece fotografías con los visitantes por 100 pesos y, en un intento por asegurar el futuro de su familia, ha considerado vender la exclusiva de su muerte a algún medio de comunicación.

A pesar de las adversidades, Olivares mantiene la frente en alto. Recibe regalías de aproximadamente 2 mil pesos mensuales por sus películas y continúa compartiendo su historia con quienes se acercan a su puesto.

La historia de Rubén "Púas" Olivares es un recordatorio de que la fama y el éxito pueden ser efímeros, pero la resiliencia y la pasión por la vida perduran.

Hoy, más que un campeón del boxeo, es un símbolo de lucha y perseverancia.