En abril de 2018, el cantante puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny, ofreció uno de los conciertos más recordados por los fans en México. La Feria de Puebla fue el escenario donde el artista cantó en vivo y la entrada costaba únicamente 20 pesos.
El accesible costo de la entrada, permitió a cientos de personas ver en vivo a quien más tarde se convertiría en uno de los artistas más incluyentes del mundo, quien hoy en día cobra más de 20 mil pesos por estar en primera fila en uno de sus conciertos.
ASÍ FUE EL HISTÓRICO CONCIERTO DE BAD BUNNY DE 20 PESOS
La cita fue en la Plaza de la Victoria, en la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, donde desde temprano se congregaron jóvenes emocionados por escuchar al intérprete de éxitos como "Diles", "Pa´ ti" y "Ya me acostumbré".
El concierto comenzó a las 20:15 horas y se prolongó por más de dos horas, durante las cuales Bad Bunny no solo cantó sus temas más populares, sino que también interactuó con el público, tomó selfies y hasta invitó a un fan a subir al escenario para bailar.
En aquel año, el reguetón y el trap latino estaban consolidándose en el gusto del público, y Bad Bunny ya figuraba como una promesa del género gracias a sus colaboraciones con artistas como Becky G, Ozuna y Nicky Jam.
Sin embargo, su participación en la feria generó controversia. Diversos grupos sociales y el Consejo de Participación Ciudadana criticaron la decisión del gobierno estatal de incluirlo en el cartel, señalando que las letras de sus canciones eran misóginas y carecían de valor cultural. También se cuestionó el uso de recursos públicos para su contratación.
BAD BUNY ES AHORA UN FENÓMENO MUNDIAL
Siete años después, el panorama es muy diferente para el reguetonero. Bad Bunny es ahora un fenómeno mundial. Su próxima gira, "Debí Tirar Más Fotos World Tour", incluye dos presentaciones en el Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México, programadas para el 10 y 11 de diciembre de 2025.
Los boletos para estos conciertos alcanzan precios superiores a los 27 mil pesos, una cifra que ha despertado nostalgia entre quienes recuerdan aquel concierto en Puebla, donde verlo costaba menos que un billete de transporte público.
