Triunfa con café artesanal
Ante una gran oferta de franquicias extranjeras de moda, con un despliegue de mercadotecnia y con precios exorbitantes, “Café Lolita” consolida su éxito gracias a sus productos artesanales, variedad de platillos novedosos y a su política de no incluir internet en sus espacios para fomentar la convivencia de los comensales.
Mireya Delgado
Gabriela Soto, fundadora y chef de la cafetería, ubicada por la calle Ramón Guzmán 393, en la colonia Constitución, se considera una barista empírica, pues aunque estudió la carrera de turismo, todo lo que ha aprendido acerca del café es gracias a la práctica y al gusto de seguir creando nuevos sabores y combinaciones.
“Todo lo hago por el placer de cocinar, de crear platillos y bebidas para la gente. Jamás he estudiado, todo lo aprendo en internet, apoyada por el uso de materia prima de gran calidad como el café, que es totalmente orgánico, y este ha sido realmente el éxito del negocio que diariamente está lleno, gracias a Dios”, comentó.
En tan solo un año, “Café Lolita”, nombre en honor a su madre fallecida, cambió de un pequeño local con espacio para unas cuantas mesas, a un lugar con mayores dimensiones, idóneo para grupos de amigas, parejas y hasta la familia completa.
“Quisimos crear un espacio ameno e íntimo a la vez y también para convivir, por eso no tenemos internet ya que nuestra filosofía es acercar a la gente a esa convivencia humana que cada vez se está perdiendo. Nuestros platillos son un agasajo visual y al paladar, cuidamos mucho la presentación y que la gente quede conforme porque son ellos nuestra principal publicidad”.
La empresa ha traspasado barreras, pues acude gente de diversos puntos de la ciudad, de localidades aledañas, así como de ciudades del extranjero. “Vino gente de Chicago recientemente y constantemente recibimos visitas de personas de Phoenix que vienen a degustar de nuestros platillos como el pan de elote, el sandwichón y ni se diga los frapés”.
Soto afirma que su cafetería es como el “ave fénix” pues en una ocasión, en sus inicios, se incendió el inmueble y con ayuda de sus familiares y préstamos no desistieron de la idea continuar, al grado que su sueño es convertirla en una franquicia. “Es mi sueño franquiciar mi café, mis platillos y que estén en otras ciudades y más gente conozca mis productos”, refirió.
Foto: café lolita 1, 2 y 3/Mireya.