En acuerdo con la dirigencia nacional y estatal se debió de nombrar un delegado, que a su vez debería de convocar a elecciones en un plazo máximo de 60 días.
Sin embargo, esa acción no se hizo y tampoco se nombró a un dirigente provisional y por lo tanto no se respetaron los estatutos, dijo el consejero municipal.
Al no haber un dirigente en el PRI municipal, no se trabaja y el partido cada día está más sólo, señaló.
Además, si no se obedecen los estatutos o se utilizan a conveniencia, será muy difícil que la gente vuelva a confiar en el PRI, mencionó.
Es necesario que el partido se oxigene, además, después del proceso de elecciones es natural que se presente un cambio, pero el PRI sólo siguió el proceso a nivel nacional y estatal, puntualizó.