Por: Michel Inzunza
Actualmente la plantación estatal equivale a 300 hectáreas y se busca que al terminar el sexenio de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano, el área de siembra se incremente a tres mil, dijo el presidente del Consejo Regulador del Bacanora.
Al no aprovechar la Denominación de Origen que tiene este destilado, productores de tequila y mezcal han buscado en Sonora la variedad angustifolia para producir sus bebidas, mencionó.
Sonora produce 300 mil litros de bacanora al año, en comparación con 800 millones de litros de tequila y 5 millones de litros de mezcal, indicó.
Sin embargo, el bacanora es de mayor calidad que ambos destilados y el mejor agave angustifolia se produce sólo en Sonora, dijo, y la principal zona de siembra es la costera, que abarca desde Huatabampo hasta San Luis Río Colorado.
En un principio, el lugar de origen de esta planta fue la sierra alta y baja del Estado, pero hoy en día hay poco terreno cultivable y la planta silvestre se acabó, añadió.
Derivado de ello, es necesario colocar una plantación con tratamiento agronómico y en ese sentido ya se han puesto algunas pruebas en conjunto con universidades de la región, agregó.
El agave angustifolia requiere de pocos cuidados, necesita 20 litros de agua por año y su desarrollo dura alrededor de siete años. En plántula se puede conservar hasta dos años y después pasa a cielo abierto, agregó.
ES RENTABLE
Esas características lo hacen un cultivo rentable para el Valle del Yaqui, pues la principal siembra de la región es el trigo, el cual consume mucha agua y carece de precio.
Ramón Rivera Ramsburgh, dijo que la mayoría de los empresarios que inician su negocio se preocupan por producir y descuidan la materia prima.
El director de la empresa productora de agave y bacanora Dalumoro, dijo que anualmente destila 70 mil litros y su mercado principal es Estados Unidos, aunque también exporta hacia algunos países de Europa.
Sin embargo, ante la falta de agave, no cubre la demanda, ya que tiene una extensión de 50 hectáreas de agave angustifolia, en etapa madura, sembradas en Álamos, Sonora.
Otra de las limitantes es que algunos productores utilizan la planta silvestre, la cual en algún momento se va a extinguir.








