Derivado de ello, en la elección de mañana los militantes serán quienes decidan el destino de Morena, mencionó el ex secretario de Desarrollo Social.
Recordó que cuando fueron las pasadas candidaturas, por no generar una ruptura al interior de Morena, el partido apoyó a Sergio Pablo Mariscal Alvarado, de quien se esperó se apegara a un proyecto colectivo.
Pero ya en el poder, encontró actitudes monárquicas, en donde el criterio del alcalde fue el único que imperó, junto a un grupo conformado por funcionarios de primer nivel.
Como servidor público, Flores Guerrero se abocó a hacer funcionar la administración y aunque junto a él hubo voces críticas en contra del alcalde, nunca tuvo comunicación estrecha con él, dijo.
Antes de ingresar a la administración pública solicitó licencia sin goce de sueldo a la escuela en donde impartía clases, mencionó.
Ya como funcionario, se percató que a la Secretaría de Desarrollo Social se le quitaron facultades, tal es el caso de los Comités de Participación Ciudadana, los cuales formaron estructuras alternas dirigidas por David Valladares, Francisco Vega y Leonel Acedo, entre otros.
Al ver que Fausto Flores estaba preocupado por impulsar la Cuarta Transformación y el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, no convino a los intereses oficiales y fue despedido, señaló.
