Ciudad Obregón

Danzante Yaqui: esencia sin igual

Dado que la Danza del Venado es un referente del Estado de Sonora, Martín Valencia Cruz, secretario tradicional de Loma de Bácum

Danzante Yaqui: esencia sin igual

Al momento de ejecutar la danza, el danzante yaqui, se convierte simbólicamente en un venado del monte, adoptando los movimientos corporales del mamífero.

Para caracterizarse como el venado, el intérprete debe arquear su espalda, en los cuernos portan listones y paño, también se utiliza ese material textil para cubrir frente y ojos (únicamente con lo necesario para la visibilidad), collares cuyos detalles son únicos, cinturón conformado por pezuñas de venado, pañoleta amarrada en los puños de la mano, bules, reboso en forma de falda cuya altura es hasta las rodillas, ténabaris, entre otros detalles.

“Las personas que hacen estas tradiciones, son desahuciados de la ciencia, son personas que por su fe hacen la Danza del Venado, Pascola, fariseos, maestros, cantoras”, explicó.

“Incluso sus familiares les dan esa manda. Por una u otra razón, les dicen los médicos que la persona no tendrá vida, pero la fe los levanta y para nosotros son sobrevivientes los que hacen esas danzas”, expresó Valencia Cruz.

“Las tradiciones, las costumbres y todo lo que se realiza aquí para nosotros no es algo folclórico como mucha gente ajena a la Tribu Yaqui piensa, y desgraciadamente algunas personas de nuestra nación lucran con la cultura y tradición”, lamentó el secretario tradicional.

Por si fuera poco, dijo tener el conocimiento de que muchos danzantes hacen representación de una manera errónea, sobre todo las personas “yoris” (hombre blanco) que no pertenecen a la nación Yaqui o Mayo.

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