Más de mil quinientas personas participaron la tarde de este viernes en la magna peregrinación con motivo de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de la Diócesis de Ciudad Obregón, dando origen así a una nueva tradición religiosa en la ciudad ya que en años anteriores se hacían una festividad con menos participación de fieles.
Desde la entrada norte, los fieles emprendieron la caminata detrás de un carro alegórico donde se encontraba expuesto el Santísimo Sacramento, seguido por una banda de guerra y un grupo de jóvenes que entonaban alabanzas.
En un ambiente de fervor, oración y alegría, el intenso calor de la tarde no fue obstáculo para que se realizara la peregrinación, la cual concluyó en la Catedral. Ahí, además, se clausuró el Año Jubilar convocado con motivo del 350 aniversario de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque.
La Catedral resultó insuficiente para albergar a todos los asistentes, por lo que se habilitó también la parroquia contigua (conocida como la Catedral Chica), desde donde los fieles pudieron seguir la misa solemne presidida por el obispo Felipe Pozos Lorenzini, acompañado por más de 20 sacerdotes.
CLAUSURAN AÑO JUBILAR DIOCESANO
La celebración inició con el Himno de la Diócesis, considerado por el Vaticano como uno de los cinco mejores del mundo. Durante su homilía, el obispo recordó que dedicar la diócesis al Sagrado Corazón hace más de 60 años fue un acto de confianza en el amor de Dios y en sus promesas para quienes creen en Él.
"Con esta misa declaro clausurado el Año Jubilar Diocesano. Les pido que oren por nosotros, sus sacerdotes y su obispo, para que sepamos apacentar a nuestro pueblo. Al cerrar este ciclo, pidámosle al Señor que nos abra los ojos para descubrir a la oveja perdida: a ese hermano alejado de la Iglesia, o a quienes viven en las periferias de la existencia humana", expresó Pozos Lorenzini.
En este contexto de oración por los sacerdotes, exhortó a todos los católicos a vivir con devoción esta festividad, que la Iglesia celebra cada tercer viernes de junio. Asimismo, agradeció a quienes, durante el Año Jubilar, peregrinaron con esperanza hasta la Catedral para atravesar la Puerta Santa.
Al concluir la misa, se llevó a cabo una kermés en los alrededores de la Catedral. En un ambiente festivo, cientos de personas continuaron la convivencia motivada por la fe y el amor al Sagrado Corazón de Jesús.
