Una figura que inspira esperanza y renovación espiritual entre creyentes que recurren a ella para pedir claridad en sus momentos más complejos
Por: Fernanda Rodríguez
En un entorno mundial marcado por la incertidumbre, miles de creyentes encuentran consuelo en la intercesión de ángeles, santos y diversas advocaciones, entre ellas, la Virgen Desatanudos, que se ha convertido en una de las más populares debido a su mensaje de alivio y acompañamiento en momentos complejos.
ORIGEN DE LA VIRGEN DESATANUDOS
La devoción nació en Alemania hacia finales del siglo XVII. Su representación más conocida es el cuadro atribuido al pintor Johann Georg Melchior Schmidtner, alrededor del año 1700. En la obra, ubicada en la iglesia de San Pedro en Augsburgo, la Virgen María aparece rodeada de ángeles mientras deshace los nudos de una cinta blanca, símbolo de los problemas humanos.
La pintura fue encargada por el noble Wolfgang Langenmantel, quien agradeció así la reconciliación de su matrimonio tras pedir la intercesión de María. A pesar de permanecer en relativo anonimato durante siglos, esta imagen resurgió con fuerza cuando el entonces sacerdote Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, la conoció en Alemania y difundió su devoción en Argentina, desde donde se expandió globalmente.
EL SIMBOLISMO DE UNA MADRE QUE ACOMPAÑA
Nuestra Señora Desatanudos, representa a María como una madre amorosa que ayuda a liberar las cargas que dificultan la vida espiritual y emocional. Los nudos simbolizan enfermedades, crisis familiares, bloqueos personales, pérdidas, incertidumbre o cualquier conflicto que impida avanzar. Para muchos fieles, se ha convertido en una metáfora de esperanza en situaciones que parecen no tener salida.
LA PRÁCTICA DE LA NOVENA
La novena a la Virgen Desatanudos es una de las oraciones más extendidas entre sus devotos. Durante nueve días consecutivos, los fieles realizan una plegaria que incluye rosario, meditaciones y la petición específica sobre el nudo que desean resolver. Es una práctica de profunda introspección que busca fortaleza espiritual y claridad en momentos de confusión.
Aunque no existe una fecha oficial en el calendario litúrgico, muchos creyentes la asocian con el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. En Argentina se ha consolidado una tradición: cada 8 de mes, miles de personas acuden a la parroquia San José del Talar, en Buenos Aires, para agradecer favores y pedir nuevas intercesiones.
SANTA MARÍA DESATADORA DE NUDOS
Santa María, llena de la presencia de Dios,
durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre,
y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con
sus confusiones. Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia,
nos diste ejemplo de cómo desenredar
la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como
Madre Nuestra, pones en orden y haces más
claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra,
Tú que con corazón materno desatas los
nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que nos recibas en tus manos
y que nos libres de las ataduras y confusiones
con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra
y desata los nudos, que impiden nos unamos a Dios,
para que libres de toda confusión y error,
los hallemos en todas las cosas,
tengamos en El puesto nuestros
corazones y podamos servirle
siempre en nuestros hermanos. Amén