¿Tu refrigerador tira agua y no enfría? Esta podría ser la razón

La mayoría de las personas creen que estos aparatos son casi eternos y que mientras hagan ruido, todo está bien, pero así no son las cosas

Por: Luis Flores

Al mirar un charco de agua abajo del refrigerador, podría parecer una falla menor, pero en realidad puede ser el primer síntoma de varios problemas técnicos acumulados.

La mayoría de las personas creen que estos aparatos son casi eternos y que mientras hagan ruido, todo está bien. Pero el mal funcionamiento y los problemas suelen comenzar de forma silenciosa. Es por ello que saber interpretar estas señales puede evitar reparaciones costosas y la pérdida de alimentos.

¿QUÉ SIGNIFICA QUE EL REFRIGERADOR TIRE AGUA?

Este suele ser uno de los problemas más comunes y la mayoría de las veces, lo que ocurre es que el sistema de drenaje del deshielo automático está tapado. Cuando un refrigerador funciona normalmente, el refrigerador genera pequeñas cantidades de agua que deben salir por un canal ubicado en la parte trasera.

Si ese canal se tapa con restos de comida, polvo o incluso con hielo acumulado, el agua no puede salir y termina escurriendo hacia el interior o al suelo. Pero eso no es lo peor, porque esa misma obstrucción puede alterar la circulación del aire frío, haciendo que el aparato comience con más problemas.

CLARIDAD

Otro punto clave está en el ventilador, si deja de funcionar o gira con dificultad, el aire frío no se distribuye de forma uniforme. Entonces, aunque el motor trabaje, hay zonas donde no se enfría como debería.

Lo más común también es que la goma que sella la puerta, si está dañada o mal ajustada, entra aire caliente, lo que provoca mucha condensación, esto exige más trabajo del compresor.

Este problema podría provocar un rendimiento muy irregular, también puede pasar que el termómetro esté desajustado, y aunque el motor esté bien, simplemente no se activa a tiempo.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS AFECTA A UN REFRIGERADOR?

Lo que más lo daña es lo que no da señales visibles. Uno de los principales enemigos es la falta de mantenimiento, sobre todo en el sistema de ventilación y en las gomas de la puerta.

Cuando esas piezas no se limpian o se revisan con regularidad, se pierde eficiencia y se obliga al motor a trabajar el doble. El polvo en la parte trasera o debajo del aparato también afecta de gran manera, porque se acumula en el condensador y eso impide que el calor se libere como debe.

Otro factor crítico es el mal uso del termostato, mucha gente lo deja en niveles extremos pensando que así enfría más rápido, pero eso solo desgasta antes el compresor. También influye de gran manera si el refrigerador está mal nivelado, pegado a la pared o en un lugar donde reciba sol directo o calor constante.