El Instituto Mexicano del Seguro Social alerta sobre los riesgos de la falta de sueño y ofrece consejos prácticos para un descanso de calidad
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
Dormir bien se ha convertido en uno de los grandes desafíos de la vida moderna. El ritmo acelerado, las largas jornadas de trabajo, el estrés diario y el uso constante de dispositivos electrónicos afectan cada vez más la calidad del sueño de niños, jóvenes y adultos.
Ante esto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente advierte sobre los riesgos del insomnio y comparte recomendaciones para cuidar la higiene del sueño y establecer hábitos que permitan un descanso reparador.
RECOMENDACIONES PARA PREVENIR EL INSOMNIO
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente emitió una serie de recomendaciones para prevenir el insomnio y mejorar la calidad del sueño, un problema que cada vez afecta a más personas debido a los malos hábitos de vida y el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Trinidad Sánchez Ramírez, coordinadora auxiliar de Servicios de Prevención y Promoción de la Salud del IMSS, señaló que establecer un horario fijo para acostarse y levantarse, así como realizar ejercicio regularmente, preferentemente por la mañana, son medidas clave para dormir mejor.
Asimismo, advirtió que es importante evitar el consumo de alcohol, alimentos grasos y bebidas con cafeína durante la noche, pues dificultan el descanso.
¿QUÉ HACER PARA DORMIR MEJOR?
La especialista recomendó apagar los aparatos electrónicos entre 30 y 60 minutos antes de dormir, ya que el brillo de las pantallas y la estimulación de videojuegos y redes sociales suprimen la producción de melatonina, la hormona responsable del ciclo natural del sueño.
Esta alteración puede provocar que niños, adolescentes y adultos duerman en promedio solo entre 4 y 5 horas diarias, la mitad del tiempo recomendado.
El IMSS recordó que las horas de descanso necesarias varían según la edad:
- Los niños en etapa preescolar requieren entre 10 y 12 horas
- Los niños en edad escolar, de 9 a 11 horas
- Los adolescentes, de 8 a 10 horas
- Los adultos de 18 a 60 años, de 7 a 9 horas
- Los adultos mayores, también de 7 a 9 horas
La falta de sueño no solo reduce la calidad de vida, sino que aumenta el riesgo de accidentes laborales, de tránsito y automovilísticos, y favorece trastornos de ansiedad, depresión, problemas de concentración, memoria y atención. Además, la privación del sueño incrementa la probabilidad de desarrollar obesidad y enfermedades cardiovasculares.
El IMSS enfatizó que la prevención del insomnio comienza con hábitos saludables y la protección de la rutina de descanso de todos los integrantes de la familia, y reiteró que dormir bien es una necesidad básica y un pilar fundamental para mantener un estilo de vida saludable, al mismo nivel que la buena alimentación y la actividad física.