Por: Eduardo Sánchez
Cerca de 3 mil personas se han insertado un microchip, que es tan pequeño como un grano de arroz, debajo de su piel durante los últimos tres años, informó Agence France-Presse.
Un ejemplo es Ulrika Celsing quien tiene un microchip en su mano que ha reemplazado su tarjeta de gimnasio y la tarjeta de su oficina.
Cuando ingresa a su lugar de trabajo simplemente mueve su mano cerca de una pequeña caja y escribe un código antes de que se abran las puertas», de acuerdo con el portal Business Insider.
En México, aún existe una oportunidad de reducir el uso de efectivo, que abarca entre el 80% y 85% de los pagos que se hacen en el país.