Por: Eduardo Sánchez
Incluso los Rayos se tocaron el corazón porque pudieron haberle metido un par de goles más al cuadro regio para liquidarlo.
La soberbia mató al conjunto rayado que nunca imaginó con cuántos contratiempos iba a tener que lidiar en este duelo, ya que, además, perdió a su mejor hombre de ofensiva cuando Rogelio Funes Mori presentó una molestia en la parte posterior del muslo derecho y abandonó el encuentro, al 53’.
Así se escriben las historias de futbol, pues ni siquiera contar con un plantel muy bien reforzado garantiza el éxito en una Liguilla, donde los panoramas cambian de un momento a otro y el ganador es aquel que sabe aprovechar sus oportunidades, como lo hicieron los Rayos, poniéndole el sabor que le hacía falta a la fase final y dejando en claro que ya saben cómo frenar a su rival.