Santoral del 23 de mayo: San Juan Bautista de Rossi, apóstol del confesionario y patrono de los pobres y enfermos

Este sacerdote dedicó su vida al servicio de los más necesitados; conocido por confesar y escuchar con gran amor y comprensión a quien recurría a él

Por: Ofelia Fierros

Cada 23 de mayo, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a San Juan Bautista de Rossi, un sacerdote italiano que dedicó su vida al servicio de los más necesitados y a la promoción de la misericordia divina.

Nacido en Génova en 1698, el Padre Rossi se destacó por su amor al sacramento de la reconciliación, donde encontró su verdadera vocación: ayudar a los fieles a redescubrir el perdón de Dios a través de la confesión.

El compromiso de San Juan Bautista con los más vulnerables de la sociedad fue inquebrantable. En sus años de ministerio, se especializó en atender a los enfermos, los prisioneros y aquellos en el lecho de muerte, acercándolos a la misericordia de Dios mediante el sacramento de la confesión. Su vida y obra son un testimonio de cómo la bondad divina puede transformar a aquellos que buscan la reconciliación y el perdón.

Por ello, es considerado el protector de los pobres y los enfermos.

UN CONFESOR LLENO DE TERNURA Y COMPRENSIÓN

El Padre Rossi era conocido por su capacidad para escuchar con profundo amor a cada persona que se acercaba a él en busca de perdón. De acuerdo con quienes lo conocieron, su presencia era cálida y su consejo, lleno de compasión y sabiduría. A menudo afirmaba que el camino para llegar al cielo era ayudar a los demás a alcanzar la salvación a través de la confesión. Para él, el sacramento de la reconciliación no era solo un acto ritual, sino una fuente de sanación y renovación espiritual.

UN SACRIFICIO PERSONAL POR EL PRÓJIMO

El sacerdote italiano también vivió en total desapego de los bienes materiales, una lección que aprendió desde sus primeros años de sacerdocio. Aunque sus prácticas penitenciales lo llevaron a problemas de salud, supo que el verdadero sacrificio consistía en aceptar las dificultades cotidianas con un espíritu de amor y servicio.

El Papa Benedicto XIV le encargó a Juan Bautista la responsabilidad de un albergue para desamparados, donde sirvió durante muchos años. En ese lugar, además de atender a los más necesitados, enseñaba la Palabra de Dios y promovía la vida cristiana a través de los sacramentos, demostrando que el servicio a los demás es inseparable de la vida de fe.

MUERTE EN LA POBREZA, FUNERAL DE GRATITUD

El 23 de mayo de 1764, el Padre Rossi falleció a los 66 años a causa de un ataque al corazón. Como había vivido, murió en la pobreza, sin dinero suficiente para su propio entierro. Sin embargo, su funeral fue un acto de homenaje, al que asistieron más de 260 sacerdotes, un arzobispo y una multitud de fieles que querían rendirle homenaje por su vida de servicio. San Juan Bautista de Rossi fue canonizado por el Papa León XIII en 1881.