Santoral de hoy, 23 de junio: San José Cafasso, patrono de las cárceles y los presos

El santo sacerdote de la misericordia y la esperanza para los prisioneros condenados a muerte, es honrado hoy por la Iglesia Católica

Por: Ofelia Fierros

Cada 23 de junio, la Iglesia Católica celebra la festividad de San José Cafasso, sacerdote italiano natural del Piamonte, conocido por su profundo amor a los prisioneros y su servicio pastoral en las cárceles, donde se convirtió en un faro de misericordia y esperanza para aquellos condenados a muerte.

San José Cafasso fue confesor de miles de almas, entre ellas San Juan Bosco, y es recordado como el patrono de las cárceles italianas y de los presos condenados a muerte.

UNA VIDA DEDICADA AL SERVICIO DE DIOS Y DE LOS MÁS NECESITADOS

Nacido el 15 de enero de 1811 en Castelnuovo de Asti, en el norte de Italia, desde joven, José mostró un espíritu piadoso y una vida de devoción. Su familia y la gente del pueblo lo llamaban "el santito" debido a su amabilidad y su fervor religioso.

A los 21 años, fue ordenado sacerdote, y a lo largo de su vida se destacó como maestro de Teología Moral en la Universidad de Turín y como director espiritual de muchos jóvenes seminaristas, entre ellos, Don Bosco.

Aunque padeció de una deformidad en la columna vertebral que le causó constantes molestias físicas, su dedicación al servicio de Dios y a su comunidad nunca se vio afectada. Fue nombrado rector del Convictorio Eclesiástico de Turín, un puesto que ocupó durante 12 años, donde dejó una huella indeleble en los estudiantes que pasaron por su enseñanza.

UN PASTOR EN LAS CÁRCELES

Sin embargo, la faceta más destacada de su vida fue su servicio como capellán de la cárcel de Turín, donde San José Cafasso tocó los corazones de muchos prisioneros, especialmente de aquellos condenados a muerte.

 Durante su tiempo en la prisión, acompañó a más de 68 reos en su camino hacia la horca, siendo testigo de sus últimas horas. A través de la confesión y la asistencia espiritual, Cafasso brindó consuelo y esperanza a los prisioneros, ayudándoles a encontrar paz y reconciliación con Dios en sus momentos finales.

Su trabajo en la cárcel no solo fue un acto de misericordia hacia los culpables, sino también hacia los inocentes que cargaban con el peso del rechazo social.

San José Cafasso se convirtió en el rostro de la misericordia divina, brindando a los prisioneros el consuelo de saber que, sin importar su pasado, siempre había una oportunidad para el perdón y la redención. Muchos de estos hombres murieron en paz, reconciliados con Dios gracias a su intervención.

UN LEGADO DE MISERICORDIA Y ENTREGA

San José Cafasso falleció a los 49 años, y en su funeral, San Juan Bosco lo recordó como "maestro del clero, un seguro consejero, consuelo de los moribundos y gran amigo". Hoy, su vida sigue siendo un testimonio de servicio a los demás, especialmente a los más necesitados, y su ejemplo inspira a sacerdotes y laicos a seguir el camino de la misericordia, la esperanza y la reconciliación.