Es considerada como la primera santa del siglo XX, quien, a la edad de 25 años, sufrió los estigmas de Cristo
Por: Ofelia Fierros
Cada 11 de abril, la Iglesia Católica celebra la vida y el legado de Santa Gemma Galgani, una joven mística italiana que, a lo largo de su corta vida, vivió una profunda espiritualidad y recibió los estigmas de Cristo a los 25 años.
Nacida el 12 de marzo de 1878 en Camigliano, Italia, Gemma se convirtió en un símbolo de amor, sacrificio y entrega total a Dios. Su canonización en 1940 la convirtió en la primera santa del siglo XX, siendo además la primera mujer en ser canonizada en este periodo.
LA VIDA DE SUFRIMIENTO Y FE
La vida de Santa Gemma estuvo marcada por una serie de tragedias familiares que forjaron su carácter y espiritualidad. A los 7 años, perdió a su madre. Posteriormente, la muerte de su hermano Gino, quien era seminarista, y de su padre, dejó a los hermanos Galgani en una difícil situación económica, lo que llevó a Gemma a ser acogida por una tía.
Además de estas pérdidas, Gemma sufrió de diversas enfermedades, como osteítis en las vértebras lumbares y otitis mastoidea, que la mantuvieron semiparalizada en cama durante largos períodos de tiempo.
Fue durante estos momentos de sufrimiento que Gemma leyó la biografía de San Gabriel de los Dolorosos, lo que la impresionó profundamente y la inspiró a invocar la intercesión de Santa María Margarita Alacoque. Tras una novena, se recuperó milagrosamente, lo que fortaleció aún más su fe.
EL ENCUENTRO CON JESÚS: LOS ESTIGMAS
A pesar de los desafíos, el profundo amor de Gemma por Jesús nunca flaqueó. Deseaba consagrarse completamente al Señor, aunque las circunstancias no le permitieron ingresar a un convento.
Sin embargo, su vida espiritual alcanzó una profundidad excepcional cuando, el 8 de junio de 1899, recibió los estigmas de Cristo, una manifestación extraordinaria de la pasión de Jesús.
Los estigmas, que se repetían periódicamente, aparecían de jueves a viernes, coincidiendo con la Pasión del Señor. Aunque algunos pusieron en duda la autenticidad de estos signos, el padre Germano Ruoppolo, postulador general de los Pasionistas y gran estudioso de la mística, defendió la veracidad de las experiencias místicas de Gemma.
Además de los estigmas, Santa Gemma vivió intensas experiencias místicas, incluyendo conversaciones con Jesús, la Virgen María, el Ángel de la Guarda y San Gabriel de los Dolorosos. Estas comunicaciones fueron plasmadas en su epistolario, su diario y su autobiografía, ofreciendo un testimonio de la profundidad de su vida espiritual.
SU MUERTE Y EL ÚLTIMO SACRIFICIO
Santa Gemma falleció el 11 de abril de 1903, un Sábado Santo, fecha de gran significancia para la fe cristiana. Durante su enfermedad final, fue atendida por un sacerdote quien le administró la extremaunción.
En sus últimos momentos, Gemma expresó una total entrega a Dios con las palabras: "¡Jesús!.. ¡En tus manos encomiendo mi pobre alma!". Luego, mirando una imagen de la Virgen María, pidió su intercesión: "¡Madre mía!, recomienda a Jesús mi pobre alma... Dile que tenga misericordia de mí". Con estas palabras, la joven mística cerró los ojos a este mundo, confiando plenamente en la misericordia divina.
Fue beatificada en 1933 por el Papa Pío XI y canonizada el 2 de mayo de 1940 durante la fiesta de la Ascensión del Señor.
¿DE QUIÉN ES SANTA PATRONA?
Hoy en día, Santa Gemma es considerada patrona de los estudiantes, farmacéuticos, paracaidistas, huérfanos, y de aquellos que padecen dolores físicos como los de espalda, cabeza o migrañas.