La etiqueta #performativemale acumula más de 28 millones de reproducciones principalmente en TikTok, donde se ironiza este estilo que busca aprobación
Por: Marcela Islas
En la era de las identidades fluidas, diluidas y la búsqueda de una autenticidad que cada vez se escapa más, surge una nueva figura masculina que ha acaparado la conversación en redes sociales: el Hombre Performativo.
¿QUÉ ES EL HOMBRE PERFORMATIVO Y QUÉ LO CARACTERIZA?
Este término, que se ha convertido en tendencia, describe a los hombres que moldean su estética y comportamiento para parecer atractivos ante mujeres progresistas, sin necesariamente compartir los ideales que simulan defender.
En otras palabras, se trata de la antítesis del hombre tóxico, pero con un trasfondo irónico: aparentar deconstrucción más que vivirla.
Según la definición popularizada en TikTok y otros espacios digitales, el Hombre Performativo cuida minuciosamente su imagen para proyectar sensibilidad e interés por el feminismo y la cultura alternativa.
Lo imaginamos bebiendo un matcha latte helado en una cafetería mientras hojea un libro de Sally Rooney o Joan Didion, luciendo pantalones anchos, auriculares con cable y un bolso de tela adornado con un muñeco Labubu.
Escucha a Clairo, presume su colección de vinilos y se esfuerza por transmitir la estética del aliado ideal... aunque muchas veces sin sustancia detrás.
USO DEL TÉRMINO HOMBRE PERFORMATIVO EN REDES SOCIALES
La etiqueta #performativemale acumula más de 28 millones de reproducciones en TikTok, donde abundan videos humorísticos mostrando cómo sería salir con uno de ellos.
Incluso se han organizado concursos satíricos en ciudades como Seattle, Nueva York y Yakarta, evidenciando que este fenómeno no es aislado. Sin embargo, no todos lo ven con gracia: algunos usuarios lo califican de "epidemia", mientras que críticos argumentan que trivializa la lucha feminista.
Además, el término "performativo" no es nuevo, ya que nació en la teoría de género de Judith Butler para describir cómo los roles se construyen mediante actos repetidos.
Durante la pandemia y el auge del movimiento Black Lives Matter, la palabra se asoció con activismo superficial. Hoy, aplicada a la masculinidad, señala un dilema contemporáneo: ¿auténtica deconstrucción o simple pose para likes?
Para la Generación Z, obsesionada con la autenticidad, la respuesta parece clara: detectan la incongruencia entre discurso y acciones.
Este fenómeno, más que una moda, revela la tensión entre nuevas masculinidades genuinas y estéticas vacías, invitando a una reflexión urgente: ¿ser un aliado por convicción o por tendencia?