Este fenómeno ha llevado a la ciencia a replantear la idea de que el deterioro físico y mental sea una consecuencia inevitable de la edad
Por: Brayam Chávez
Durante mucho tiempo, la inflamación fue entendida únicamente como una respuesta inmediata del cuerpo ante infecciones o lesiones. Sin embargo, especialistas de Harvard Health Publishing advierten que existe una inflamación silenciosa y persistente que puede influir directamente en el envejecimiento y en el desarrollo de enfermedades crónicas.
7:58:26 p.m.
QUÉ ES EL INFLAMMAGING
El término inflammaging surge de la combinación de las palabras inflammation e aging. Se utiliza para describir una inflamación crónica, constante y de baja intensidad que se desarrolla de forma gradual con el envejecimiento.
A diferencia de la inflamación aguda, que cumple una función protectora cuando el cuerpo enfrenta una infección o una lesión, el inflammaging no ofrece un beneficio claro. De acuerdo con Harvard Health Publishing, puede mantenerse durante años sin causar síntomas evidentes, mientras genera un daño lento y progresivo en células, tejidos y órganos.
POR QUÉ PREOCUPA A LOS ESPECIALISTAS
El principal motivo de preocupación es que este daño acumulativo se asocia con la aparición de enfermedades que suelen manifestarse en etapas más avanzadas de la vida. Entre ellas se encuentran los padecimientos cardiovasculares, la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y trastornos neurodegenerativos.
La inflamación persistente puede afectar la elasticidad de los vasos sanguíneos, favorecer la formación de placas en las arterias y alterar el funcionamiento del cerebro. En el plano cognitivo, también puede interferir con la memoria y el aprendizaje, reduciendo la autonomía y la calidad de vida.
EL PAPEL DEL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Uno de los elementos centrales del inflammaging es el envejecimiento del sistema inmunológico. Con el paso del tiempo, este sistema pierde eficacia para combatir infecciones y, al mismo tiempo, se vuelve más propenso a activar respuestas inflamatorias innecesarias.
Este proceso, conocido como inmunosenescencia, crea un entorno favorable para la inflamación crónica. Los especialistas señalan que se trata de un fenómeno que se desarrolla lentamente a lo largo de décadas y que está influido tanto por factores genéticos como por el estilo de vida.
EL INFLAMMAGING NO ES INEVITABLE
Una de las conclusiones más importantes de los expertos es que el inflammaging no es un destino inevitable. Aunque la edad cronológica no puede cambiarse, sí es posible influir en la edad biológica a través de hábitos saludables.
La alimentación juega un papel clave. Se recomienda una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescado, legumbres y frutos secos sin sal, y baja en productos ultraprocesados, ya que estos alimentos ayudan a regular los procesos inflamatorios del organismo.
HÁBITOS DIARIOS PARA ENFRENTAR LA INFLAMACIÓN
La actividad física regular es otro factor fundamental, ya que contribuye a reducir los marcadores inflamatorios. A esto se suma la importancia de dormir bien, manejar el estrés y limitar el uso de pantallas antes de dormir, prácticas que cuentan con respaldo científico.
De acuerdo con Harvard Health Publishing, estos hábitos no solo ayudan a disminuir los efectos del inflammaging, sino que también mejoran la salud general y el bienestar a largo plazo.
PREVENCIÓN Y ATENCIÓN MÉDICA
Especialistas en divulgación médica subrayan que la prevención es una pieza clave para envejecer de manera saludable. La adopción de hábitos positivos desde edades tempranas puede marcar una diferencia significativa con el paso del tiempo.
No obstante, esta información tiene fines educativos y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda o síntoma relacionado con la salud, es fundamental acudir con un profesional que pueda evaluar cada caso de forma personalizada.