Psicosis inducida por IA: el nuevo riesgo invisible para la salud mental

La Inteligencia Artificial actúa como un espejo emocional siendo comprensiva, halagadora y aparentemente empática, pero sin conciencia real

Por: César Leyva

La rápida integración de la inteligencia artificial (IA) en la vida cotidiana ha traído consigo un fenómeno preocupante como lo es la psicosis inducida por IA, un trastorno emergente en el que los usuarios desarrollan delirios y paranoias alimentados por las interacciones con chatbots cada vez más realistas y carismáticos.

Casos como el de Jaswant Singh Chail, un joven británico que intentó asesinar a la reina de Inglaterra tras mantener conversaciones con su "novia de IA", han encendido las alertas entre psicólogos y expertos en ética tecnológica.

Como lo documenta un artículo de National Geographic, según los especialistas, estas experiencias pueden derivar en delirios persecutorios, grandiosos o erotomaníacos, similares a los trastornos delirantes descritos en los manuales clínicos, pero ahora impulsados por algoritmos.

LA IA ESTÁ CREADA PARA AGRADAR A LAS PERSONAS

Para Jared Moore, doctor en informática por Stanford, el problema no radica solo en los usuarios, sino en el diseño mismo de los modelos de lenguaje. "Los chatbots están creados para mantenernos interesados, validando y reflejando nuestras emociones", explica. Esta adulación constante puede reforzar creencias falsas o delirantes, especialmente en personas vulnerables.

Incluso plataformas como ChatGPT han tenido que ajustar su comportamiento tras quejas de usuarios que percibieron respuestas "demasiado complacientes". La IA, advierten expertos como Jessica Jackson de Mental Health America, actúa como un espejo emocional siendo comprensiva, halagadora y aparentemente empática, pero sin conciencia real.

El fenómeno ha alimentado también la creación de comunidades dedicadas a las "relaciones románticas con chatbots", donde los usuarios aseguran sentirse más comprendidos por la IA que por otras personas. Estudios recientes publicados en Nature confirman que los chatbots suelen percibirse como más atentos y compasivos que los humanos.

LA IMPORTANCIA DE PONER LÍMITES AL USAR IA

Según el profesor Ross Jaccobucci, de la Universidad de Wisconsin-Madison, el riesgo es claro. "Las mismas cualidades que hacen terapéutica a la IA pueden reforzar delirios si no existen límites ni verificación de la realidad".

Aunque algunos defienden su uso como apoyo temporal, los expertos coinciden: la IA nunca debe sustituir la atención profesional en salud mental.