¿Por qué olvidamos los nombres de las personas? esto dice la psicología

Cuando conocemos a alguien, nuestro cerebro almacena varios datos como su rostro, su tono de voz, incluso lo que hace o cómo nos hizo sentir

Por: César Leyva

Olvidar el nombre de alguien justo cuando lo ves frente a ti es una situación más común de lo que parece.

Aunque puede generar incomodidad, ansiedad o confusión, este fenómeno tiene una explicación científica. Según la psicología, olvidar nombres no necesariamente indica falta de atención, desinterés o problemas de memoria.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista de divulgación psicológica "Psychology Today", los nombres propios tienen una peculiaridad ya que no suelen tener una conexión lógica o visual con la persona, lo que dificulta su retención en la memoria.

ASÍ PROCESA EL CEREBRO LOS NOMBRES

Cuando conocemos a alguien, nuestro cerebro almacena varios datos como su rostro, su tono de voz, incluso lo que hace o cómo nos hizo sentir. Sin embargo, el nombre es una de las piezas más difíciles de memorizar, especialmente si no hay repetición o una asociación clara.

El psicólogo David Ludden, del Georgia Gwinnett College, explica que la memoria de los nombres propios funciona de manera diferente a otros tipos de información.

A diferencia de datos como la ocupación o la apariencia física, los nombres no se relacionan fácilmente con algo significativo para el cerebro, por lo que es común que queden relegados o se olviden rápidamente.

¿FALLA DE MEMORIA O SOBRECARGA DE INFORMACIÓN?

En la vida cotidiana, nuestro cerebro está expuesto a una gran cantidad de estímulos e información. Por eficiencia, tiende a priorizar lo más relevante o útil para el momento. Así, detalles como el nombre de un conocido ocasional pueden no ser almacenados de forma duradera.

Además, si no reforzamos esa información a través de la repetición o una asociación emocional o visual clara, la conexión entre el rostro y el nombre puede desaparecer en cuestión de horas o días.