La ciencia y la experiencia de millones de personas están demostrando que esta mentalidad no solo es simplista, sino que puede ser peligrosa
Por: Marcela Islas
Durante décadas, la cultura del fitness ha bombardeado de forma mediática en hacernos creer que el enemigo número uno de la salud es la báscula. Es decir que, si pesas menos, vives mejor; si engordas, fracasaste.
Sin embargo, la ciencia y la experiencia de millones de personas están demostrando que esta mentalidad no solo es simplista, sino que puede ser peligrosa, sobre todo cuando dejamos atrás la juventud.
ENTRENAMIENTO PARA ENVEJECER MEJOR
Hoy más que nunca, los expertos coinciden: para envejecer bien y mantener una buena calidad de vida, es crucial priorizar el desarrollo y la preservación de la musculatura.
De hecho, mantener una masa muscular saludable ayuda a prevenir enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardiovasculares; dolencias que se vuelven cada vez más comunes conforme los años avanzan.
Paradójicamente, aunque la motivación de ganar músculo suele abundar entre jóvenes obsesionados con la estética y el rendimiento físico, quienes más deberían preocuparse por su composición corporal son precisamente los mayores de 50 años.
Y es que a partir de los 30 años empieza un proceso natural (y silencioso) de pérdida de masa y fuerza muscular. A los 50, este declive se acelera y puede llegar a ser de hasta un 2 por ciento anual.
Sedentarismo, dieta baja en proteínas, enfermedades y hospitalizaciones pueden empeorar este fenómeno conocido como sarcopenia, responsable de reducir la fuerza y movilidad, y de reemplazar músculo por grasa. El resultado: más caídas, más dependencia y un metabolismo más lento.
En la última década, la obsesión por perder peso eclipsó un aspecto vital: cuando envejecemos, tener poco músculo causa más estragos que tener algo de grasa. Quienes mantienen una musculatura fuerte no solo queman más calorías en reposo, sino que cuentan con una auténtica armadura contra enfermedades.
BENEFICIOS DE CREAR MÚSCULO
Algunas de las enfermedades más propensas a desarrollarse en una edad avanzada que pueden prevenirse con un entrenamiento enfocado en el desarrollo del músculo son:
- Diabetes tipo 2: Los músculos usan glucosa como combustible. Más músculo, mejor regulación de azúcar en sangre.
- Enfermedades cardíacas: El ejercicio de fuerza fortalece el corazón al obligarlo a trabajar más eficientemente.
- Osteoporosis: Los músculos tensan los huesos durante el esfuerzo, estimulando su fortalecimiento y reduciendo fracturas.
¿CÓMO GANAR MÚSCULO SIN COMPLICARSE LA VIDA?
Fortalecer la musculatura no requiere fórmulas mágicas ni membresías de gimnasio de lujo. La clave es estimular de forma constante el tejido muscular, adaptando ejercicios a la condición física de cada uno.
Un método muy eficaz es el fallo muscular, es decir, entrenar hasta que el músculo no pueda más en una serie, independientemente de si levantas pesas pesadas o utilizas el propio peso corporal.
Para quienes comienzan desde cero, actividades cotidianas como cargar una mochila o levantar objetos pesados en casa ya pueden marcar la diferencia. Por supuesto, nada de esto es excusa para lanzarse sin guía: la supervisión de un profesional es vital, especialmente en personas mayores y sedentarias.
Además del entrenamiento, la alimentación es un pilar que no se puede ignorar: se recomienda entre 1.4 y 2.0 gramos de proteína por kilo de peso corporal al día para estimular y mantener la masa magra.
El cuerpo humano está diseñado para moverse. La inactividad no es una opción si queremos envejecer con autonomía y vitalidad. Tener músculos fuertes no es solo una cuestión de apariencia: es una cuestión de supervivencia.
Así que la próxima vez que te subas a la báscula, recuerda: el número no lo es todo. Lo que realmente importa es qué tan fuerte, funcional y preparado está tu cuerpo para enfrentar la vida, sin importar la década que marque tu calendario. Empieza hoy y tu futuro te lo agradecerá.