A 15 años del caso, familiar de la niña, que tenía 21 años cuando pasó, rompe el silencio y revela nueva información que podría reabrir el expediente
Por: Edel Osuna
El caso de Paulette Gebara Farah continúa siendo uno de los episodios más polémicos e indignantes en la historia reciente de México. La muerte de la niña de cinco años, ocurrida en marzo de 2010, sigue marcada por acusaciones de negligencia, corrupción e impunidad.
Ahora, a 15 años de los hechos, un familiar directo de la menor ha revelado nueva y preocupante información que podría reavivar el debate sobre lo que realmente ocurrió.
LA DESAPARICIÓN Y EL HALLAZGO QUE CONMOCIONARON A MÉXICO
Paulette Gebara Farah desapareció el 22 de marzo de 2010 en su domicilio ubicado en Huixquilucan, Estado de México, durante la administración de Enrique Peña Nieto como gobernador.
Durante varios días, autoridades, binomios caninos y medios de comunicación realizaron una intensa búsqueda dentro y fuera del hogar. Sin embargo, nueve días después, el cuerpo de la menor fue hallado entre el colchón y la base de su propia cama, en la misma habitación que ya había sido inspeccionada en múltiples ocasiones.
El hallazgo generó una ola de indignación nacional, no solo por las inconsistencias en la investigación, sino también por el trato mediático y político del caso. Paulette padecía una discapacidad motriz, y sus padres, Lizette Farah y Mauricio Gebara, mantenían una relación conflictiva. Además, el comportamiento frío de la madre durante las entrevistas televisivas y las presuntas conexiones políticas del padre alimentaron las sospechas públicas sobre un posible encubrimiento.
EL TESTIMONIO DEL PRIMO: "NO FUE UN ACCIDENTE"
Quince años después, Aldo Farah Navarro, primo de Paulette, rompió el silencio. En declaraciones recientes, afirmó que la versión oficial del caso —que consideró la muerte como un accidente— no es creíble y que existen irregularidades que nunca fueron esclarecidas.
Aldo explicó que tenía 21 años cuando ocurrieron los hechos y que, al preguntar si Paulette era su prima, sus familiares le pidieron "no decirlo a nadie" para proteger la reputación del apellido Farah, de origen libanés.
"No lo andes diciendo, porque no da buena imagen", recordó que le dijeron.
Hoy, con 36 años, el primo de la menor sostiene que su hija tiene un gran parecido físico con Paulette, y asegura que lo sucedido "fue una injusticia".
"No creo que lo de mi prima haya sido un accidente, ni que se investigó como debía ser. Mis tíos recibieron un trato preferencial por parte del gobierno", declaró Aldo Farah.
FAMILIA DIVIDIDA Y EXIGENCIA DE JUSTICIA
El familiar aseguró que durante años intentó alzar la voz para pedir justicia, pero fue rechazado por parte de su propia familia, que le pidió no hablar del tema por temor a "manchar el apellido".
"Muchos familiares me dejaron de hablar porque decían que yo manchaba el nombre Farah, pero no puedo quedarme callado. No quisieron hacerse cargo de mi primita, y como Farah, tengo que decirlo", expresó.
A través de sus plataformas digitales, Aldo Farah ha reiterado su exigencia de reabrir el caso y revisar la actuación de las autoridades que participaron en la investigación inicial, que fue cerrada en 2010 tras ser catalogada oficialmente como un accidente doméstico.
CASO SIN RESPUESTAS
El caso Paulette se convirtió en un símbolo de impunidad en México, cuestionando la transparencia de las investigaciones judiciales y el papel de los medios de comunicación.
A pesar del tiempo transcurrido, las dudas sobre lo ocurrido aquella noche de marzo de 2010 persisten, y las recientes declaraciones del primo de la menor reavivan la esperanza de que el caso pueda ser reexaminado bajo una nueva luz.