Por: Eduardo Sánchez
Debra Stevens murió en la inundación pero horas antes realizaba cotidianamente la entrega de periódicos en su localidad, cuando el agua comenzó a inundar las calles, la mujer subió a su auto y llamó al 911, pero no recibió la adecuada ayuda.
La mujer que pedía auxilio comenzó a decir en tono nervioso que su teléfono no era a prueba de agua, aunque el aparato era nuevo y que tal vez perdería la conexión de la llamada debido a que le agua casi le llegaba al cuello, la operadora se burló diciendo que por qué le preocupaba que su teléfono era nuevo.
¿Señorita Debbie?, ¿señorita Debbie?«, dijo la operadora pero ya no recibió respuesta.
El equipo de emergencia arribó al lugar pero ya no pudieron hacer nada por la mujer de 47 años, más personas murieron esa tarde ante la inesperada inundación.
Estoy desconsolado por esta trágica pérdida de vidas y mis oraciones están con la familia y amigos de Debra», dijo el jefe de policía Danny Baker en un comunicado.