Los 5 peores mitos sobre la proteína en polvo, aclarados por una nutricionista experta

Hora de poner fin a la desinformación alrededor de un suplemento que puede ser un gran aliado para cubrir nuestras necesidades proteicas

Por: Redacción

La proteína en polvo se ha vuelto cada vez más popular, pero aun con el creciente interés y la aparición de evidencia científica, persisten mitos alrededor de este macronutriente esencial.

Más allá de su reputación como "suplemento de gimnasio", la proteína es clave para la reparación muscular, la síntesis hormonal, la regeneración tisular y el sistema inmunológico.

"Es la base estructural de nuestro cuerpo: músculos, piel, huesos, cabello y uñas dependen de un aporte proteico adecuado para mantenerse fuertes y saludables", explica Mariela Martínez, nutricionista clínica de Ancient+Brave.

LA MODA DE LA PROTEÍNA

Aunque está presente en carnes, pescados, huevos, lácteos y fuentes vegetales como legumbres, tofu, quinoa o frutos secos, no siempre llegamos a los requerimientos diarios.

"Según la evidencia más reciente, necesitamos entre 1,2 y 2 g por kilo de peso corporal. Por ritmo de vida, hábitos alimentarios o demandas fisiológicas más altas, no siempre alcanzamos esa cifra", señala Martínez.

  • MITO 1. La proteína en polvo daña riñones, hígado o causa inflamación intestinal

Falso. Consumir proteína aumenta el trabajo de estos órganos, pero eso no implica daño.

"En personas sanas, esta adaptación no representa un riesgo real", aclara Martínez. "Riñones e hígado son altamente eficientes, siempre que haya buena hidratación y una dieta equilibrada".

Quienes tengan antecedentes renales o hepáticos deben consultar con un profesional antes de suplementar.

  • MITO 2. La proteína en polvo es artificial y poco saludable

Falso. La mala fama proviene más de las opciones de baja calidad que del producto en sí.

"No todas las proteínas son iguales", advierte Martínez. Algunas fórmulas contienen azúcares añadidos, edulcorantes innecesarios o ingredientes de baja calidad.

¿De dónde proviene realmente?

  1. Suero de leche (whey)
  2. Caseína
  3. Proteínas vegetales (guisante, arroz, soja)
  4. Colágeno hidrolizado

"La clave es optar por marcas confiables, con ingredientes de calidad y sin rellenos", insiste la nutricionista. Una proteína bien formulada es simplemente un alimento natural concentrado.

  • MITO 3. La proteína en polvo es solo para deportistas

Falso. El entrenamiento de fuerza aumenta las necesidades proteicas, sí, pero la proteína cumple funciones esenciales en cualquier persona: formación de tejidos, hormonas, enzimas y mantenimiento de la masa muscular y ósea.

En la práctica, muchas personas no alcanzan su requerimiento diario, ya sea por falta de tiempo, desorden alimentario o apetito reducido. Martínez enfatiza su utilidad en etapas específicas como:

  1. Postparto
  2. Menopausia, perimenopausia y postmenopausia
  3. Pérdida de masa muscular por edad
  • MITO 4. La proteína en polvo engorda o te pone ´demasiado fuerte´

Falso. "La proteína por sí sola no engorda", explica Martínez. El peso cambia según el balance energético total, no por consumir proteína. De hecho, tiene efectos interesantes:

Aumenta la saciedad (evita comer de más).

Tiene mayor gasto energético en la digestión.

¿Y ponerse "demasiado fuerte"?

Eso requiere entrenamiento de fuerza constante, superávit calórico y disciplina. La proteína no transforma a nadie por sí sola.

  • MITO 5. Si comes balanceado no necesitas proteína en polvo

No del todo cierto. En teoría, debería ser posible. En la práctica, no siempre. Es común no alcanzar la cantidad necesaria cuando:

  • Se sigue una dieta con poca variedad
  • Se consumen menos alimentos de origen animal
  • Hay mayores requerimientos (adultos mayores, deportistas, mujeres en cambios hormonales)

"Un batido permite ajustar el aporte diario de forma sencilla, sobre todo cuando el apetito es bajo o el ritmo de vida impide organizar comidas completas", señala Martínez.

EL TABÚ: PROTEÍNA EN POLVO Y MUJERES

Durante años, la proteína se asoció a "volumen" y fitness extremo, lo que generó miedo, especialmente entre mujeres.

"La nutrición femenina ha estado más enfocada en restringir que en nutrir", concluye Martínez. "Pero cada vez más mujeres entienden que la proteína es clave para la energía, la composición corporal y la salud integral".