Licua cáscaras de limón y bicarbonato de sodio y tendrás un potente limpiador. Te contamos

Conoce cómo aprovechar al máximo la mezcla de estos dos poderosos ingredientes; el resultado, un purificador casero, eficaz y versátil

Por: Edel Osuna

Mantener los hogares limpios con métodos naturales y económicos se está volviendo algo muy común y es ahí donde la cáscara de limón y el bicarbonato de sodio, combinados, se posicionan como una de las fórmulas más efectivas para desinfectar, desengrasar y neutralizar olores sin dañar el ambiente.

Este preparado casero no solo ofrece una limpieza profunda, sino que además deja un aroma fresco y agradable, convirtiéndose en una alternativa sostenible frente a los productos químicos tradicionales.

UNA COMBINACIÓN PODEROSA

El secreto reside en las propiedades de sus ingredientes. El limón es rico en aceites esenciales y ácido cítrico, por lo que actúa como desinfectante natural, elimina grasa con facilidad y perfuma cualquier ambiente.

Por su parte, el bicarbonato es un abrasivo suave, blanqueador natural y eficaz neutralizador de olores; cuando se licúan juntos, se potencian, dando como resultado un limpiador multiusos que puede aplicarse en distintas superficies del hogar.

ASÍ PUEDES PREPARAR EL LIMPIADOR CASERO

La preparación es simple y rápida: lava bien las cáscaras de 2 limones; colócalas en una licuadora con media taza de agua; agrega 2 cucharadas de bicarbonato de sodio; procesa hasta obtener una pasta homogénea, luego guárdala en un frasco hermético para su uso posterior.

USOS DOMÉSTICOS MÁS COMUNES

Al ser natural puede utilizarse en múltiples tareas del hogar, como en la limpieza de superficies (mesadas, azulejos, tablas de cocina); eliminación de grasa (aceite y suciedad pegada); blanqueo de tazas (manchas de café o té); neutralización de olores (ideal para heladeras, microondas o tachos de basura) y exfoliante para utensilios (deja ollas y sartenes brillantes sin dañarlas).

Así, más allá de este tipo de recetas caseras, especialistas en organización recomiendan adoptar rutinas diarias de limpieza, dedicando al menos cinco minutos al día para ordenar o higienizar sectores específicos del hogar. Esta práctica ayuda a mantener la casa limpia sin necesidad de realizar tareas extensas o agotadoras.

Por ello, el uso de ingredientes naturales, como el limón y el bicarbonato, representa una opción efectiva, económica y amable con el ambiente; además, su versatilidad lo convierte en un aliado para quienes buscan mantener una limpieza saludable tanto para el hogar, como para el cuerpo; sin embargo, su uso interno debe hacerse con responsabilidad y nunca como reemplazo de un tratamiento médico.