La famosa regla de los 8 vasos de agua diarios: ¿funciona o es un mito?

Esta idea se consolidó como un estándar general de hidratación, sin embargo, diversos estudios han abierto el debate de cuál es la cantidad adecuada

Por: Marcela Islas

A lo largo de los años, las recomendaciones sobre cuánta agua debemos beber al día han sido tan repetidas como debatidas. Una de las más conocidas es la llamada "regla de los ocho vasos de agua diarios", una frase que se escucha en consultorios, redes sociales y pláticas cotidianas.

Pero, siendo claros: ¿realmente funciona para todos o estamos frente a un mito bien intencionado, pero simplificado?

¿CÓMO ES LA REGLA DE LOS 8 VASOS DE AGUA AL DÍA?

La "regla" de los ocho vasos de agua al día plantea que una persona debe consumir aproximadamente un litro y medio de agua diaria para mantenerse saludable.

Esta idea se consolidó como un estándar general de hidratación, aunque su origen no está respaldado por una evidencia científica sólida y universal.

De hecho, su historia se remonta a la década de 1940, cuando la Food and Nutrition Board de Estados Unidos sugirió que un adulto requería entre uno y medio y dos litros de líquidos al día.

Décadas después, el Dr. Frederick J. Stare mencionó en uno de sus libros que beber entre seis y ocho vasos podía ser suficiente, dependiendo de la actividad física. El libro se volvió popular y la recomendación se quedó grabada en la memoria colectiva.

El problema es que nunca se especificó qué tamaño debía tener ese "vaso". Hoy existen recipientes que van desde los 150 hasta más de 300 mililitros, lo que deja la regla abierta a interpretaciones bastante flexibles, por no decir confusas.

En el contexto actual, los especialistas coinciden en algo clave: no todas las personas necesitan la misma cantidad de agua.

Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la hidratación adecuada depende de factores como la edad, el clima, el nivel de actividad física y el estado de salud.

El IMSS recomienda alrededor de un litro y medio para niños de dos a ocho años, dos litros y medio para adultos, y un incremento en el caso de embarazadas o personas que realizan ejercicio.

La ciencia respalda esta visión personalizada. Diversos estudios señalan que no existe una cifra mágica aplicable a todos. Incluso medios como The Guardian destacan que la sed es un mecanismo natural y confiable del cuerpo para indicar cuándo necesitamos agua.

BENEFICIOS DE MANTENERSE HIDRATADO DIARIAMENTE

Beber más allá de eso no necesariamente mejora la salud, ya que el cuerpo elimina el exceso. Lo que sí es incuestionable son los beneficios de una hidratación adecuada:

  • Mejora el rendimiento físico
  • Ayuda a regular la temperatura corporal
  • Favorece la función cognitiva
  • Contribuye a una digestión saludable
  • Apoya el cuidado de la piel

En otras palabras, el agua es esencial, pero no se mide con regla rígida. La recomendación final es sencilla y honesta: más que contar vasos, escucha a tu cuerpo.

Ajusta tu consumo según tu actividad, el clima y tus necesidades reales. Incluye alimentos ricos en agua y mantén una hidratación consciente. Porque sí, el agua es vida... pero no todo en la salud cabe en un vaso estándar.