Por: Eduardo Sánchez
Un joven de 23 años de edad de Reino Unido, identificado como Alex Hardy, decidió quitarse la vida luego de que se lamentara por años el haberse realizado la circuncisión.
En un correo, Alex narró que desde su adolescencia comenzó a sentir problemas en su miembro, pues el prepucio no se retraía sobre el glande, lo cual le causaba molestias.
Por ello, tras no poder hacer nada más al respecto, a los 21 años, el joven se sometió a la cirugía para poder terminar con el problema.
Una vez circuncidado, Alex Hardy comenzó a tener molestias ya que ahora la cabeza de su pene era muy sensible al no estar cubierta por el prepucio.
Al respecto, entre sus últimas palabras el afectado dijo: "Estas constantes sensaciones estimuladas por la fricción de la ropa son una tortura en sí mismas, no han disminuido después de años de exposición".
Alex, después de dos año, pareció no acostumbrarse y no soportó más vivir con las molestias, por ello decidió quitarse la vida.
Antes de que muriera, Hardy dejó programado un correo electrónico dirigido a su madre donde le explicaba las razones de su suicidio, y donde aseguró que gracias a la cirugía su vida sexual se había arruinado.
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