La acción legal surge tras la publicación, el pasado 10 de mayo, del video titulado "Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo"
Por: Brayam Chávez
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha iniciado un proceso administrativo en contra de la empresa Full Circle Media, representante del popular creador de contenido estadounidense James Donaldson, mejor conocido como MrBeast.
La acción legal surge tras la publicación, el pasado 10 de mayo, del video titulado "Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo", grabado en sitios arqueológicos mayas con autorización previa, pero presuntamente incumpliendo los términos establecidos.
LA DEMANDA DEL INAH VS. MR. BEAST
A través de un comunicado oficial, el INAH explicó que el permiso concedido a la productora fue otorgado "de buena fe"; sin embargo, fue vulnerado al incluir en la grabación elementos no autorizados, como el uso de drones y helicópteros dentro de zonas arqueológicas, así como la presentación de objetos falsos, como una réplica de máscara maya mostrada como si fuera auténtica.
El instituto también denunció que el contenido difundido contiene información distorsionada y que se utilizó el patrimonio arqueológico con fines comerciales, situación que calificó como un uso ilícito y con beneficio privado de un bien que pertenece a toda la nación. Por ello, exigió tanto una compensación por los daños ocasionados como una retractación pública por parte de la empresa productora.
Diego Prieto, director del INAH, reveló que se permitió la filmación sin que se presentara previamente el guion, como lo exige el protocolo habitual. Esta excepción se hizo debido a la urgencia manifestada por el equipo de Donaldson, quien contaba con el respaldo de la Secretaría de Turismo Federal y del Gobierno de Campeche. El guion sería entregado posteriormente, pero esto nunca se cumplió de manera adecuada.
Aunque en un primer momento el INAH señaló que materiales como el video de MrBeast podrían generar interés entre el público joven sobre el legado prehispánico mexicano, ahora sostiene que el contenido difundido desvirtúa el valor cultural de los sitios arqueológicos y prioriza fines lucrativos sobre la preservación del patrimonio.
"El patrimonio de la nación, que por su naturaleza es público, no puede ser objeto de explotación de empresas comerciales", reiteró el instituto, añadiendo que este caso pone en evidencia la importancia de mantener una clara separación entre intereses económicos y la protección del legado cultural, conforme a los principios de la llamada Cuarta Transformación.