Hornos Chuy Vega se mete en la pelea

Por: Eduardo Sánchez

Por: Armando Valenzuela

El actual campeón de la Liga de Beisbol Master de Esperanza, el conjunto Hornos Chuy Vega, le saca un juego a los Yoris y se mete de lleno en la pelea por un boleto para la cla­sificación.


El primero de la serie fue para los Yoris, al son de 7 carreras a 4, encuen­tro donde Edgardo “Pollo” Lagarda sumó su segunda victoria de la campaña a cambio de una derrota.

El descalabro fue para la cuenta de Francisco Vi­lla.


Abraham Barreras en­cabezó el ataque de los Yoris, al sonarle de 3-3, Je­sús Álvarez de 3-2, Víctor Coss de 3-2 y Luis Castro de 4-2, lo mismo que Jesús Manuel Villegas.

Fue el segundo juego de la serie, el que ganó Hor­nos Chuy Vega, al son de 19 carreras a 6, con triun­fo para Rosario “Chinale­ño” Sánchez en labores de relevo.

La derrota para Fran­cisco Armenta, que pierde lo invicto en la campaña.

Por los monarcas, Rony Baldenegro de 3-3, Javier Beltrán de 4-3, Adelaido Acosta de 5-3 y Martinia­no Báez de 5-3.

Por los Yoris, Luis Cas­tro de 4-2 y Domingo Mi­llanes de 3-2.

En otra serie, Tornos y Fresadora Montoya de José López, barre a Taba­queros de Cocorit y se apo­deran de la cima.

El primero fue por pa­liza de 17-7, agenciándose el triunfo Carlos Osorio en relevo a Jesús “Randy” Navarrete y perdiendo Germán Willis, que nece­sitó del auxilio de dos re­levistas.

Por los ganadores, Be­nigno Verdugo de 4-3, Sa­bas Castro de 3-2, Manuel Bustamante de 3-2 e Iván Verdugo de 4-2.

Por los caídos, Alfredo López de 2-2 y Eloy Trevi­ño de 3-2.

Por la tarde, los torne­ros completan la limpia al imponerse por amplio marcador de 14 carreras a 2, de nueva cuenta Carlos Osorio es el pitcher gana­dor en relevo y pone su récord de ganados y perdi­dos en 5-2.

José Guadalupe Luna fue el serpentinero que cargó con el revés, necesi­tando del auxilio de Reyes Valencia. Benigno Verdu­go se mete en la pelea por el título de bateo, al sonar­le de 4-4, Sergio Escalante de 4-3, Joel Tolano de 3-2, Iván Verdugo de 4-2 y Ro­drigo Apodaca de 4-2.

Por los caídos, nadie re­pite.