Expertos en seguridad acuática han advertido que el tono del traje de baño puede marcar la diferencia al momento de identificar a un niño bajo el agua
Por: Brayam Chávez
Cuando se trata de elegir el traje de baño para los más pequeños, muchos padres suelen enfocarse en el diseño, el personaje favorito o lo bien que saldrá en las fotos familiares. Sin embargo, hay un aspecto que suele pasar desapercibido y que puede ser clave en una emergencia: el color.
Expertos en seguridad acuática han advertido que el tono del traje de baño puede marcar la diferencia al momento de identificar rápidamente a un niño bajo el agua. Esto cobra especial relevancia durante las vacaciones, cuando las piscinas y playas están más concurridas y el riesgo de accidentes aumenta.
COLORES QUE AYUDAN A PREVENIR TRAGEDIAS
Alive Solutions, una empresa dedicada a la seguridad en medios acuáticos, realizó un estudio en el que probó cómo se perciben diferentes colores de trajes de baño en piscinas y cuerpos de agua naturales como lagos. Los hallazgos son claros: algunos colores se ven mucho mejor que otros bajo el agua, incluso en condiciones de baja visibilidad.
Los tonos más recomendados son los brillantes y fluorescentes como el naranja neón, rosa fosforescente y verde limón. Estos colores destacan fuertemente bajo el agua y pueden ser detectados con mayor rapidez en caso de emergencia, lo que facilita una acción rápida por parte de los adultos o socorristas.
LOS COLORES QUE PODRÍAN DIFICULTAR UN RESCATE
Por el contrario, hay colores que se mezclan fácilmente con el entorno acuático, volviéndose prácticamente invisibles a simple vista. Los expertos aconsejan evitar trajes de baño en tonos azul claro, gris, blanco o colores oscuros.
Estos se confunden con el fondo de la piscina o con los reflejos del agua, lo que puede dificultar ubicar a un niño en peligro y retrasar una posible intervención.
LA VIGILANCIA SIGUE SIENDO LO MÁS IMPORTANTE
Aunque el color del traje de baño es un recurso útil para aumentar la seguridad, no sustituye la responsabilidad de los adultos. Los especialistas en seguridad acuática insisten en la importancia de mantener una supervisión constante, sin distracciones como el celular, especialmente cuando los niños están jugando en el agua.
También es fundamental enseñarles desde pequeños normas básicas de seguridad acuática, y en caso de que no sepan nadar, utilizar flotadores o chalecos que estén certificados para su protección.
La elección de un traje de baño llamativo puede parecer un detalle menor, pero en realidad puede ayudar a prevenir una tragedia. Combinar esta medida con vigilancia activa y educación puede marcar una gran diferencia en la seguridad de los más pequeños durante las vacaciones.