Esto le pasa a tu cuerpo cuando tomas café en ayunas todos los días

Una costumbre diaria que genera dudas y opiniones divididas entre especialistas y consumidores

Por: Fernanda Rodríguez

El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y forma parte de la rutina diaria de millones de personas. Tomarlo en ayunas se ha convertido en una costumbre común para activar el cuerpo y empezar el día con energía. Sin embargo, especialistas advierten que este hábito puede generar distintos efectos en el organismo, tanto positivos como negativos, dependiendo de la frecuencia y de la condición de cada persona.

Beber café con el estómago vacío puede estimular la producción de ácido gástrico. En algunas personas, esto puede provocar irritación, ardor, acidez o malestar estomacal, especialmente si existe sensibilidad digestiva o antecedentes de gastritis o reflujo. Además, puede acelerar el movimiento intestinal, lo que en ayunas puede causar molestias abdominales o una sensación de urgencia para ir al baño.

Aumenta la liberación de cortisol, la hormona relacionada con el estrés. Cuando esto ocurre de forma constante, algunas personas pueden experimentar nerviosismo, ansiedad, palpitaciones o dificultad para concentrarse, sobre todo si se consumen varias tazas al día.

Este efecto puede ser más evidente en personas sensibles a la cafeína o que ya presentan niveles elevados de estrés. Aunque en ayunas puede generar una sensación inmediata de energía, este efecto suele ser temporal. En algunos casos, puede provocar un bajón posterior, acompañado de cansancio o irritabilidad.

CUÁNDO CONVIENE EVITAR EL CAFÉ EN AYUNAS

Un adulto sano puede consumir hasta 400 miligramos de cafeína al día sin que represente un riesgo. Esto equivale, en promedio, a tres tazas de café, dependiendo de qué tan cargado esté.

La cafeína puede provocar dependencia. Esto ocurre cuando el cuerpo se acostumbra a recibirla todos los días y necesita mayores cantidades para sentir el mismo efecto de energía o concentración.

¿CÓMO SABER SI YA EXISTE ADICCIÓN AL CAFÉ?

Algunas señales comunes de dependencia a la cafeína incluyen dolor de cabeza, cansancio o mal humor cuando no se consume café, necesidad de tomar más tazas para sentirse activo, dificultad para concentrarse sin cafeína e irritabilidad al intentar reducir su consumo.

También puede ser una señal de alerta cuando el café interfiere con el sueño, causa ansiedad constante o provoca malestar físico, pero aun así no se deja de consumir.

Si una persona identifica varios de estos síntomas, lo más recomendable es reducir el consumo de forma gradual.