Este es el queso viral que huele "como la muerte misma"

En mercados festivos de Estados Unidos y Europa ha surgido un protagonista muy distinto: el queso raclette, conocido por su olor intenso y peculiar

Por: Brayam Chávez

Mientras la Navidad en México se asocia con aromas dulces, en mercados festivos de Estados Unidos y Europa ha surgido un protagonista muy distinto: el queso raclette, conocido por su olor intenso y peculiar.

EL FENÓMENO VIRAL DEL QUESO RACLETTE

Un artículo de The Washington Post describió a este queso suizo como aquel que huele "como la muerte misma", una afirmación que rápidamente captó la atención en redes sociales. En TikTok, decenas de jóvenes de la Generación Z compartieron sus primeras experiencias con este alimento derretido, mostrando cómo el aroma puede abarcar varios metros a la redonda.

Los videos muestran gestos de horror, arcadas contenidas y comparaciones curiosas, desde calcetines húmedos y animales muertos, hasta bolsas de lavandería de equipos de hockey. La reacción al olor se ha convertido en parte de la experiencia, generando cientos de miles de reproducciones y comentarios.

QUÉ ES EL QUESO RACLETTE

Originario de Suiza, el raclette tiene una historia que se remonta al siglo XIII, con menciones en textos conservados en conventos de Obwalden y Nidwalden. Durante siglos fue un alimento fundamental para los pastores alpinos, quienes lo derretían al fuego para combatir el frío. Su nombre proviene del verbo francés racler, que significa "raspar", en referencia a la forma tradicional de servirlo.

Visualmente, las ruedas de raclette tienen una corteza beige rojiza y un interior semiduro y cremoso. Según el quesero Steven Jenkins, es un queso de "sabor pleno y carnoso que se intensifica al calentarse". El desafío, o el encanto, radica en su aroma: al fundirse, libera un olor potente que provoca sensaciones encontradas entre quienes lo prueban.

TRADICIÓN NAVIDEÑA EN ESTADOS UNIDOS

En ciudades como Nueva York, Chicago y Boston, los mercados navideños han convertido el aroma del raclette en un espectáculo por sí mismo. En Snowport, un mercado al aire libre en el Seaport District de Boston, las filas frente a los puestos crecen junto con las quejas de los transeúntes.

"Sería más tolerable si no fuera por el olor a muerte", comentaba un usuario de forma viral. Sin embargo, quienes se animan a probarlo coinciden en algo: el sabor es totalmente distinto al olor. En boca, el raclette se vuelve suave, afrutado, con notas de frutos secos y carne. Servido sobre baguette crujiente, papas hervidas o acompañado de pepinillos y mostaza, el contraste entre aroma y sabor resulta sorprendente y memorable.