Esta es la verdadera razón detrás de las arrugas que se forman en la piel cuando te mojas

Por mucho tiempo las personas tenían una idea errónea detrás de este fenómeno; sin embargo, hay toda una investigación detrás de este mecanismo físico

Por: Brayam Chávez

Durante años se creyó que las arrugas que aparecen en los dedos después de pasar mucho tiempo en el agua eran simplemente el resultado de que la piel "absorbe" humedad y se hincha. Pero investigaciones más recientes han demostrado que ese no es el mecanismo principal: se trata de un proceso activo regulado por tu sistema nervioso que tiene una función adaptativa.

LA CONTRACCIÓN DE LOS VASOS SANGUÍNEOS

Cuando tus manos o pies permanecen sumergidos durante varios minutos, los nervios del sistema nervioso autónomo envían señales para que los vasos sanguíneos en las puntas de los dedos se contraigan. Esa vasoconstricción reduce el volumen del tejido interno de los dedos, provocando que la piel se repliegue y formen surcos visibles.

Este hallazgo es respaldado por estudios que muestran que si los nervios de los dedos están dañados o desconectados, esas arrugas no aparecen al mojarse, lo que indica que el fenómeno no es pasivo sino controlado.

Al mismo tiempo, existe un efecto osmótico secundario: las células de la capa más externa de la piel —especialmente en las zonas con mayor queratina— absorben algo de agua, lo que puede ocasionar leve hinchazón. Pero este efecto por sí solo no explica las arrugas, sino que actúa de forma conjunta con la contracción vascular.

ADAPTACIÓN EVOLUTIVA

La hipótesis más aceptada es que estas arrugas ofrecen una ventaja para sujetar objetos en ambientes mojados, mejorando el agarre. Las arrugas actúan como un "modo antideslizante" natural, ayudando a los dedos a canalizar el agua y aumentar la fricción sobre la superficie.

Un estudio experimental demostró que los participantes fueron más rápidos al manipular objetos sumergidos con dedos arrugados que con dedos húmedos pero sin arrugas; en cambio, esas arrugas no ofrecieron ventaja para objetos secos. Otro estudio reciente también midió la fuerza de agarre necesaria al sujetar objetos húmedos y encontró que con dedos arrugados se requería menos fuerza para mantener el control, lo que indica eficiencia mejorada en condiciones húmedas.

Las arrugas tienden a formarse siempre con un patrón muy parecido en sucesivas inmersiones. Esto sugiere que las estructuras vasculares debajo de la piel tienen posiciones bastante constantes, dictando dónde aparecerán los pliegues.

PRECAUCIONES Y CURIOSIDADES

  • Este fenómeno es más evidente en las manos y pies porque la piel es más gruesa, carece de vello y tiene mayor concentración de queratina.
  • Las arrugas desaparecen gradualmente una vez que los dedos salen del agua y los vasos sanguíneos vuelven a su estado normal.
  • La capacidad de formar arrugas bajo el agua se ha usado como indicador del funcionamiento del sistema nervioso autónomo en las extremidades.
  • La respuesta es temporal; después de un tiempo sin estimulación, la piel regresa a su apariencia habitual.