Diversos especialistas en comportamiento humano y lenguaje no verbal han desarrollado técnicas para descubrir señales ocultas detrás del engaño
Por: Brayam Chávez
Detectar una mentira no es una tarea sencilla. Aunque todos mentimos en algún momento, pocas personas pueden identificar con precisión cuándo alguien no dice la verdad. Sin embargo, diversos especialistas en comportamiento humano y lenguaje no verbal han desarrollado técnicas para descubrir señales ocultas detrás del engaño.
POR QUÉ LAS PERSONAS MIENTEN
Mentir forma parte de la naturaleza humana y tiene un componente social muy arraigado. Desde pequeños, aprendemos a hacerlo para evitar conflictos, obtener ventajas o mantener una buena imagen ante los demás.
Según los expertos, quienes mienten con frecuencia suelen ser personas seguras al hablar, con buena memoria y cierta habilidad para manipular el discurso. Aun así, no todos los mentirosos son iguales, y los más convincentes son justamente los más difíciles de detectar.
LA TÉCNICA DE LA "PREGUNTA ESCOBA" USADA POR LA CIA
El analista del comportamiento José Astorga, conocido por sus estudios sobre comunicación no verbal, explica que existe una técnica simple y eficaz para desenmascarar a un mentiroso. La CIA la llama la "pregunta escoba" porque, según Astorga, "barre y deja al descubierto todo lo que la persona intenta ocultar".
La recomendación es hacerla al final de la conversación, después de que el interlocutor haya contado su versión completa. La pregunta clave es:
"¿Qué es lo que no me has contado y crees que deberías contarme?"
Esta frase, aparentemente inocente, rompe la estructura mental del mentiroso, que necesita mantener la coherencia de su historia. Al introducir una duda abierta, el cerebro de quien miente puede desorganizarse, lo que genera pausas, contradicciones o cambios en el lenguaje corporal.
LENGUAJE CORPORAL Y SEÑALES FÍSICAS DEL ENGAÑO
El cuerpo también habla. Juan Manuel García "Pincho", experto en lenguaje no verbal y negociador entrenado por el FBI, señaló en una entrevista que los mentirosos suelen presentar patrones físicos específicos.
Uno de los más comunes es el parpadeo: algunas personas parpadean muy poco, mientras que otras lo hacen con nerviosismo.
Además, exagentes del FBI y la CIA coinciden en que hay comportamientos frecuentes que pueden delatar una mentira, como evitar el contacto visual, dar respuestas largas ante preguntas simples, cubrir la boca al hablar o mover los pies de forma inconsciente. Todos estos gestos reflejan tensión y esfuerzo por mantener el control.
LA CIENCIA DETRÁS DEL ENGAÑO
Los avances científicos también han aportado datos interesantes. Emilio Gómez Milán, investigador de la Universidad de Granada, descubrió que la temperatura del rostro cambia cuando alguien miente.
De acuerdo con sus estudios, la punta de la nariz puede enfriarse entre 0.6 y 1.2 grados Celsius, mientras que la frente se calienta entre 0.6 y 1.5 grados. Cuanto mayor sea esta diferencia, más probable es que exista un engaño.
Aunque este método requiere instrumentos de medición, demuestra que el cuerpo revela señales involuntarias incluso cuando la mente intenta ocultar la verdad.
UNA TÉCNICA ÚTIL PARA LA VIDA COTIDIANA
Reconocer las señales del engaño puede ser una herramienta valiosa en la vida diaria, ya sea en el ámbito personal, laboral o familiar. La "pregunta escoba" no busca confrontar, sino abrir espacio al diálogo honesto y a la transparencia.
A veces, una sola pregunta, formulada en el momento adecuado, puede cambiar por completo el rumbo de una conversación y sacar a la luz lo que realmente se esconde detrás de las palabras.