Los firmantes se aseguraron que leyeron bien los nombres, pero algo les falló que terminó en una relación que no pidió
Por: Edel Osuna
Emocionado por la boda de su mejor amigo, la cual atestiguaría ante la autoridad por primera vez y sería la primera a la que asistía, un joven acudió al enlace; sin embargo, salió sin saber que su estado ya no era el mismo.
La historia, ocurrida en Argentina, se conoció a través de distintas redes sociales, en especial de Twitter, donde le plantearon una pregunta a la usuaria llamada Florencia Campolongo: "¿cómo estás procesando el hecho de estar de novia con un hombre casado?".
El testigo es su novio, Federico, quien el 11 de noviembre acudió a la boda de su mejor amigo, Franco; hasta ahí, todos felices, los novios, la familia y los testigos.
Sin embargo, poco le duraría la paz a Federico, quien dos semanas después recibió un mensaje de su amigo Franco, en el que le explicaba la situación.
Primero le hizo una pregunta relacionada con su estatus, por lo que pensó se trataba de una broma, pero pronto lo sacó del erro y le explicó que ya estaban solucionando el asunto y ahí quedó todo.
Y es que l joven fue registrado en el sistema de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) como esposo, y no como testigo; en tanto, Franco fue registrado como testigo y no como contrayente.
Al respecto, Federico dijo que se había encargado de leer personalmente que los nombres estuvieran bien escritos y todo estuviera en orden, pero que el fallo en realidad se debió a la carga de la información.
La boda civil se celebró en el Registro Civil de la calle Uruguay 753, en la zona de Tribunales, donde todos estaban contentos y seguros de haber leído todo correcto, hasta haber recibido la tarjeta roja que los acredita como esposos.
Debido al revuelo que generó la situación y a los correos que Franco y Federico enviaron al Anses, el problema se arregló en unas horas y ahora ambos cuentan con su estado civil correspondiente.